La gran cantidad de aspirantes jóvenes a cargos congresionales y los que aspiraron al nivel municipal, lleva esperanza al electorado y da señales de que en verdad se gesta un relevo generacional.
Esa activa participación de jóvenes demuestra que sí creen en la política y lo están haciendo de manera diferente.
Mientras viejos robles de la política se aferran a insanos métodos del pasado, como la descalificación, la desinformación y el uso excesivo de dinero, una nueva camada se centra en propuestas y mostrar su visión del país por el que sueñan.
Para muchos en su primera experiencia quizás no ganen las plazas por las que corren, pero habrán mostrado al país que hay formas diferentes de hacer política.
En esta campaña coexisten los viejos métodos con las nuevas formas de promocionarse, usando recursos más civilizados y que apuestan a la mejora de la calidad de la democracia.
El debate ha sido el gran protagonista de estas últimas semanas. Se han generado espacios para que todos los candidatos presidenciales presenten sus propuestas, los aspirantes a cargos congresionales han tenido contactos con sus electores.
La calidad de la democracia ha mejorado.
Por ahora toca velar porque en este tramo final los aferrados a antiguos métodos no alteren el clima civilizado que ha primado.
La democracia dominicana se supera.
