Con Dios los muros caen !!

Con Dios los muros caen !!

Con Dios los muros caen !!

Pensando en el comportamiento humano y lo mucho que nos gusta aplicar la lógica y por querer ser tan lógicos avanzamos tan poco, me gocé visualizando un momento indescifrable en la vida de un hombre ungido por Dios llamado Josué. Él había sido escogido por el Señor para dirigir las 12 tribus de Israel hacia la conquista de “La tierra Prometida¨

De acuerdo al cap.5, vers.13 del libro de Josué en la Biblia, él estaba cerca de Jericó, luego de pasar el Jordán…., Me. lo imagino con la mirada profunda mirando esa gran muralla que tenía frente a él, pensando en las tácticas que tendría que emplear para hacer suyas esas tierras, Josué sabía que tendrían que luchar cuerpo a cuerpo para obtenerlas aunque Dios les había dicho que lo respaldaría.

De pronto sintió algo fuera de lo común, alzó los ojos y vio a un hombre que estaba de pie frente a él, con la espada desenvainada en su mano. Josué avanzó hacia él y le preguntó: «¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?». Él respondió: «No, yo soy el jefe del ejército del Señor y ahora he venido». Josué cayó con el rostro en tierra, se postró y exclamó: «Señor, ¿qué tienes que decir a tu servidor?».

El jefe del ejército del Señor le respondió: «Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás parado es santo». Y Josué así lo hizo.

Después de esta experiencia cuan fortalecido estaría Josué, había visto cara a cara quien estaba al frente de sus batallas, el poderío existente que tenía de su lado era invencible pero lo más hermoso de este pasaje es que Josué no dudó acerca de lo que vio.

Llegado el tiempo de ir contra Jericó, Dios le demostró al pueblo de Israel en su primera conquista, que sus armas son diferentes a las concebidas por el hombre, la estrategia concebida por el Señor fue totalmente inesperada, no utilizo ningún tipo de arma secular para hacer caer los grandes muros de la gran ciudad y la victoria fue aplastante, una vez mas su plan sobrepasó las expectativas de Josué y todo el pueblo.

Algo decisivo para esta victoria fue que cuando Josué oyó la voz de Dios obedeció al pie de la letra la maniobra decretada. No se puso a dudar que si esa era la voz de Dios ,…que si su plan en nada se parecía al que él había preparado…que si daría resultado…no, no, no… Josué tuvo fe y accionó, pues la fe sin obra es muerta.

Ahí esta la respuesta de porque muchos de nosotros salimos derrotados en nuestras batallas, decimos que hemos puesto al Señor para que esté al frente de ellas y desde que él delinea su estrategia de lucha empezamos a dudar, decimos…no,…así no es…yo debo estar escuchando mal…es que no tiene lógica y al final nos vamos por el camino que va de acuerdo con la nuestra.

Nosotros que no tenemos la capacidad de mirar ni medio segundo más allá del que tenemos disponible y nos creemos los autosuficientes e inteligentes y el resultado está enfrente de todos….cristianos derrotados, débiles, quejosos, deprimidos, cabizbajos y tristes.

Tomemos el yelmo de la fe, aprendamos a depender de Dios, practiquemos la obediencia y pidamos al Todopoderoso que abra nuestros ojos espirituales para que podamos ver el poderío que tenemos disponibles, seamos fieles y accionemos, creyéndole a Dios y veremos los cielos abiertos para bendición, nuestros graneros llenos, nuestros hijos bendecidos y viviremos de triunfo en triunfo y de victoria en victoria.



Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.

Etiquetas