La administración de los recursos en un municipio es una tarea crucial para asegurar el bienestar y el desarrollo de la comunidad local. Uno de los aspectos fundamentales en este proceso es la participación comunitaria en la ejecución del presupuesto municipal.

A medida que las comunidades se involucran activamente en la toma de decisiones financieras y en la supervisión de cómo se utilizan los fondos públicos, se establece un vínculo más fuerte entre el gobierno local y los ciudadanos, lo que a su vez conduce a una mayor transparencia, eficiencia y equidad en la gestión de los recursos.

Este tipo de participación en la ejecución del presupuesto municipal no sólo se limita a expresar opiniones y sugerencias, sino que implica una colaboración activa en la identificación de necesidades prioritarias, la asignación de recursos y la supervisión de proyectos.

Cuando los ciudadanos tienen la oportunidad de contribuir en la planificación y toma de decisiones, se logra una distribución más equitativa de los recursos, ya que las voces de diferentes sectores de la sociedad son tomadas en cuenta. Esto ayuda a prevenir la concentración de fondos en áreas específicas, garantizando que se atiendan las necesidades más apremiantes de manera justa.

El artículo 230 de la Ley 176-07 señala al presupuesto participativo como una de las vías de participación que tienen los munícipes en el accionar de los gobiernos locales, sin embargo, este sistema garantiza a penas una pequeña parte de presupuesto destinado para inversión pública, por tanto, una participación de la comunidad más amplia también fomenta la transparencia en la ejecución del presupuesto.

Cuando los ciudadanos están involucrados en cada etapa del proceso, desde la formulación hasta la implementación y el seguimiento, se crea un ambiente de responsabilidad mutua entre el gobierno local y la comunidad. Esto disminuye la posibilidad de malversación de fondos y corrupción, ya que la supervisión constante por parte de la comunidad actúa como un mecanismo de control efectivo. Además, la rendición de cuentas se fortalece, ya que tanto los funcionarios públicos como los ciudadanos son conscientes de su papel en el manejo adecuado de los recursos municipales.

La participación también promueve el empoderamiento de los ciudadanos al brindarles la oportunidad de influir en las políticas y acciones que afectan sus vidas.

A medida que los individuos se involucran activamente en la toma de decisiones, desarrollan un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia su comunidad. Esto fortalece el tejido social y fomenta la cohesión, lo que a largo plazo contribuye al desarrollo sostenible y al bienestar general.
Sin embargo, es importante reconocer que la participación ciudadana en la ejecución del presupuesto municipal no está exenta de desafíos.

La falta de información accesible y comprensible sobre el proceso presupuestario, las barreras lingüísticas o culturales y la apatía son obstáculos que deben abordarse para garantizar una participación inclusiva y significativa.

El gobierno local debe implementar estrategias de comunicación efectivas y brindar capacitación para empoderar a los ciudadanos y permitirles contribuir de manera efectiva.

Sin dudas, la participación ciudadana en la ejecución del presupuesto municipal es esencial para promover la transparencia, la equidad y la eficiencia en la gestión de los recursos públicos.

Cuando los ciudadanos se involucran activamente en la toma de decisiones financieras y en la supervisión de proyectos, se crea un sentido de responsabilidad compartida que beneficia a toda la comunidad. Al fortalecer la colaboración entre el gobierno local y los ciudadanos, se construye una base sólida para el desarrollo sostenible y el progreso de la sociedad en su conjunto.

*Por Víctor Féliz Solano