Cabezas que resurgen

Cabezas que resurgen

Cabezas que resurgen

Cuando caen las cabezas de redes de narcotráfico, surgen otras que para afianzarse utilizan la violencia como mecanismo de eliminar competidores.

En los últimos meses varias redes han sido descabezadas, pero las actividades de estos grupos no cesan, en gran medida porque los jefes máximos suelen estar en otros países.

No olvidemos que el territorio dominicano constituye un puente entre productores de las drogas (Suramérica) y los grandes mercados de consumidores (Norteamérica y Europa).

Por tanto, la caída de cabecillas de los grupos locales sólo representa un “traspié” para los grandes carteles.
Las autoridades no tienen espacio para detenerse a celebrar el decomiso de grandes cargamentos, pues de seguro que otros están de camino o ya han entrado al territorio.

En adición, el vecino Haití, controlado por bandas criminales, hace mucho se convirtió en un gran almacén de drogas.
Las autoridades deben estar muy atentas al comportamiento de los miembros locales de esas redes para contener y evitar brotes de violencia entre narcotraficantes en su esfuerzo por ocupar los espacios dejados vacíos por sus jefes arrestados.

De igual manera, los instrumentos de control internos de los organismos de seguridad tienen el reto de evitar que los narcos logren nuevas complicidades.

Los últimos cargamentos decomisados merecen el reconocimiento a las autoridades, pero también obligan a una reflexión, pues indica que los carteles suramericanos no se amilanan y siguen buscando alternativas.

La detención de un avión cargado de cocaína revela la existencia de una ruta activa hacia Canadá, una sorpresa para muchos, menos para quienes conocen el modus operandi de esas redes criminales.

Hay que prestarle mucha atención a los puertos y aeropuertos, pues desde el interior de los mismos funcionan redes de complicidad que abarcan empleados de todo tipo y nivel.
Las autoridades antinarcóticas enfrentan grandes retos.



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