Madrid.-El quinto clásico de la temporada entre Barcelona y Real Madrid plantea al Barça una necesidad que va contra su propia naturaleza: la prioridad para este equipo de fútbol fluido, que piensa siempre en el arco contrario, debería ser custodiar su propia valla en el duelo de hoy, ya que un empate 0-0 le daría el pase a la final de la Copa del Rey.
El encuentro de ida en el estadio Santiago Bernabéu del equipo merengue terminó 1-1 y ese gol de visitante valdría por dos si el partido termina sin que se abra el marcador.
Tras la conquista de la Supercopa por parte del Madrid a principios de campaña, ambas potencias futbolísticas volvieron a cruzarse por la liga en Barcelona en octubre (2-2) y, el pasado 30 de enero, en el choque de ida de la Copa del Rey.
Sevilla y Atlético de Madrid disputan mañana miércoles la otra semifinal que pinta será de película.