Roberto Marcallé Abreu sintetiza en una vida dedicada a la literatura, a la publicación sistemática de relatos y novelas, todas las razones que tuvo el jurado seleccionador para otorgarle el Premio Nacional de Literatura este año.
La Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura hicieron el anuncio.
El premio lo recibe un escritor que justifica con una impresionante producción literaria que data de las últimas cuatro décadas del siglo pasado y que coronó con importantes premios nacionales previos, con obras que incitan al lector a conocer la vida citadina de los dominicanos.
El escritor es un consagrado columnista y colaborador del periódico EL DÍA. Esta razón nos satisface y ratifica la aceptación que a través de nuestras páginas tienen sus escritos, muchos alimentados por el peso de la cotidianidad.
Indudablemente que tenemos en Marcallé Abreu un cultivado escritor, pero también un hombre que muestra su formación periodística y su sensibilidad social.
El premio que recibe pone de relieve una carrera literaria aquilatada a través del tiempo con obras como:
“Espera de penumbras en el viejo bar”, “Esas oscuras presencias de todos los días y “Las siempre insólitas cartas del destino”.
Hombre de letras consagrado a tiempo completo a la producción literaria. El premio otorgado viene a resaltar esa consagración. Se trata, en honor a la justicia, de un merecido premio nacional. Felicidades.
