El presidente de Uruguay, José Mujica, recibió ayer la presidencia pro tempore de la Unión de Naciones Suramericanas, de manos de su colega de Surinam, Desi Bouterse y ante la presencia de otros cinco mandatarios de países de la región.

Mujica debe entregar el poder en marzo a su sucesor Tabaré Vásquez, quien ganó las elecciones el domingo. A la cita en la ciudad portuaria de Guayaquil también acudieron los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Chile, Michelle Bachelet; de Perú, Ollanta Humala; de Venezuela, Nicolás Maduro, y el anfitrión, Rafael Correa.

Bouterse afirmó que “ha sido una experiencia extraordinaria liderar durante nuestra presidencia el proceso de integración en la Unasur, donde hemos tenido que enfrentar desafíos y ha sido necesario asegurar los objetivos trazados”.

Mujica aseveró que “la integración es una larga causa siempre inconclusa… habrá integración si hay voluntad política, declaradamente por parte de los poderes ejecutivos de esta América Latina, y no habrá integración si no existe compromiso brutal y voluntad política, porque los obstáculos del mundo son enormes”.

El encuentro de los mandatarios en Guayaquil estará seguido hoy por la inauguración de la sede de este organismo regional en la población de San Antonio de Pichincha, 12 kilómetros al norte de la capital.