En Washington se produjeron ayer dos decisiones que ponen a pensar sobre el futuro del estatus de Puerto Rico frente a Estados Unidos. ¿Es un Estado Libre Asociado o es una colonia?

La Cámara de Representantes aprobó un paquete de ayuda fiscal y la creación de una Junta de Control financiero bajo el control del gobierno federal norteamericano, que tendrá como misión tutelar el desempeño económico del gobierno boricua.

Ayer mismo la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos también dictaminó que los casos penales de carácter federal no pueden ser juzgados con los tribunales boricuas y dejó claro que la isla no tiene autonomía constitucional en esta materia.

Ambas decisiones han sido interpretadas como un refuerzo a la condición colonial de Puerto Rico y que por lo tanto está bajo el tutelaje financiero y judicial de Estados Unidos.

En cierta medida, la vecina isla ha visto reducir su autonomía sin mucha posibilidad de regatear, debido a la debilidad económica en que se encuentra por una deuda pública que supera los 70 mil millones de dólares y su incapacidad para hacerle frente al pago de los intereses de la misma.

Puerto Rico no es ningún Estado libre, pero tampoco tiene la condición de ser un estado de Estados Unidos con todo lo que ello implica.

El estatus actual, el que sea, lo han permitido los boricuas, pero ahora no hay mucha duda de su condición colonial.
La autonomía de Puerto Rico reside en Washington, como cualquier colonia.