El Gobierno tiene los números en contra para hallar soluciones inmediatas a compromisos y promesas hechas. Compromisos y promesas que tienen una gran vinculación con la imperiosa necesidad de producir un clima de paz y sosiego social en el país.

Eso se colige, por un lado, con la cantidad de policías que se necesitan en las calles, por el aumento de la delincuencia, ya que solo se destinan 15 mil agentes para labores de vigilancia y prevención, de los 38 mil que tiene en nómina la Policía Nacional. El resto se utiliza en otros tipos de labores.

Otro sector donde los números están en contra se evidencia en el diálogo con el Colegio Médico Dominicano. El Gobierno está obligado a garantizar que los médicos tengan las herramientas necesarias, con una remuneración justa, para dar atención humanizada y eficiente a los pacientes.

En el plano comercial está pendiente discutir y hallar solución a la prohibición de Haití a la entrada, vía terrestre, de 23 productos dominicanos. Son tres aspectos claves que deben ser resueltos. A simple vista se podría pensar que la solución está en ajustar los números, cuando en realidad lo que falta es un plan de Estado articulador, bien concebido y que se ejecute con verdadera voluntad. Un plan que gravite seriamente en torno a medidas necesarias, y que deben tomarse cuanto antes para garantizar un clima firme de trabajo, avance y progreso en el país.