Una mujer falleció en un hospital de Moscú después de que unos cirujanos la “embalsamaran viva” por error durante una intervención.
Los médicos suministraron un goteo de formaldehído a la paciente, en vez del suero habitual. Ekaterina Fedyaeva, una joven de 27 años, murió como consecuencia del alto nivel de formalina.