La acción perversa que escenificó un fanático al lanzarse en tanga con la bandera nacional en la espalda al terreno del estadio Quisqueya Juan Marichal, debe recibir todo el peso de la ley, pero , además, una buena pela y ser sometido a la Justicia.

Y es que hechos de esta naturaleza no se pueden permitir bajo ningún concepto, y mucho menos durante la realización de un evento de tanta trascendencia como la Serie del Caribe, vista por millones de personas alrededor del mundo.

La acción de este individuo es un mal ejemplo que no debe recibir bajo ningún concepto la niñez y la juventud, como tampoco la sociedad en términos generales.

Si se pasa como un “chiste” este acto vandálico, tal y como ha ocurrido con otros casos tan o más vergonzosos, se estaría sentando un precedente, y que nadie dude que podría ser el punto de partida para que otros sigan sus pasos con actuaciones de este tipo.

Este señor, de nombre Carlos Montesquieu, debe ser impedido de por vida de penetrar a eventos de masa, tal y como ocurre en otros países.

Este bandido debe recibir unos buenos “correazos morales”, no le caerían nada mal.