En Cuba se respira otra otro aire

En Cuba se respira otra otro aire

En Cuba se respira otra otro aire

En 1994 visité  Cuba por primera vez y debo decir que a pesar de su gente, su música y su historia, regresé pesimista debido a la difícil situación que vivían sus habitantes y el Estado cubano en conjunto. Era una de las épocas más difícil del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. Se vivía la odiosa época del “período especial”, que no era más que la crisis dentro de la crisis, donde la gente literalmente pasaba hambre. No había donde comprar nada.

Dieciocho años después, a propósito de la visita del papa Benedicto XVI he vuelto y se respira otro aire. Luego de tiempos muy difíciles, el Estado cubano se ha visto  en la obligación de realizar algunos ajustes en su economía. A nivel internacional ha conseguido importantes acuerdos con China, Taiwán y otros estados del bloque asiático, que han dinamizado un tanto la anquilosada economía cubana, sobre todo en temas neurálgicos como el transporte. 

Una de las decisiones más importante tomada por el presidente Raúl Castro ha sido la de otorgar permisos para la creación de negocios familiares y particulares,  convirtiéndose  en un gran estímulo para la familia cubana. 

En los últimos años, cientos de pequeños negocios han sido instalados en patios y garajes, trayendo consigo la creación de una “casta” de medianos y pequeños  empresarios, hasta hace algunos años impensables en la Cuba de Fidel.

Pero lo más importante de esta decisión del Estado cubano, es que ha venido a traer esperanza y alegría a una sociedad que siempre ha tenido la disposición para levantarse, pero que el bloqueo externo y las decisiones de una economía única, estatal y muy cerrada no les permitía.

La creación de una moneda convertible que permite a los cubanos obtener productos que antes estuvieron restringidos ha abierto un horizonte más alentador.

Si a esto usted le agrega, que  a diferencia de aquí en República Dominicana, los cubanos prácticamente no tienen criminalidad, está prohibido portar armas, el narcotráfico es casi inexistente, la policía está en las calles para ayudar a los ciudadanos y no para extorsionar y matar, podemos asegurar entonces que: en Cuba se respira otro aire.



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