“Día por día”

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“Día por día”

El viernes ocurrió en África una muerte que agencias de prensa calificaron como “catastrófica”. Falleció Suni. Era uno de sólo siete rinocerontes blancos que quedaban en el planeta.

Su muerte a sus 34 años deja sólo otro macho capaz de reproducirse, de los seis animales restantes de su especie.

El cuerpo de Suni lo encontraron cuidadores de una reserva en Kenia, sin que se sepa la causa de su repentina muerte. Cuando leí la noticia reí; “¡con tantos problemas humanos qué importan estos animales!”, pensé.

Pero sí importa. Porque una cosa es la extinción natural de cualquier especie, como los dinosaurios que nunca existieron al mismo tiempo que los humanos, y otra muy distinta es que la actividad de nuestra raza sea tan dañina que provoque la desaparición completa de ciertos animales, plantas o ecosistemas.

Todavía quedan cientos o miles de rinocerontes ordinarios grises. Al pensarlo mejor en vez de reír, lloré por Suni.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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