Al presidente Danilo Medina es el único gobernante al que le toca agotar un período con un “nunca jamás” en la Constitución que lo imposibilita volver a optar a la Presidencia de la República alguna vez en su vida.

Hipólito fue candidato a la reelección con una disposición constitucional similar, pero al no ganar las elecciones del 2004 no le tocó gobernar con ese impedimento que no existía antes de la modificación de 2003.

El Presidente gobierna en una situación inédita con la que no tuvieron que lidiar ningunos de sus antecesores.

En adición ha tenido que enfrentar ataques permanentes de un sector social que se ha identificado con la consigna enarbolada por el movimiento Marcha Verde y lidiar con las luchas internas en su partido donde también tiene contrincantes.

El Presidente, es evidente, acciona en política para aglutinar fuerzas y voluntades para gobernar por el bien de la colectividad, como él ha dicho es su deseo.

En ese juego entra la figura de la reelección, que aunque constitucionalmente haya sido prohibida para más de dos mandatos, forma parte de los temas que se usan a favor y en contra de un mandatario.

Estamos en medio de un juego de Poder. Velamos porque se desarrolle respetando las reglas de la democracia.