Alquilar una vida

Alquilar una vida

Alquilar una vida

Ana Blanco

El otro día leí una noticia sobre una empresa española llamada: alquila una vida. Es simple, puedes pagar por vivir la vida de otra persona por unos días y al revés, ofrecer tu vida para alquilarla y ganar un dinero con eso.

Parece una idea innovadora dentro de la tendencia que hay de transmitir experiencias, ser más humanos y todo eso. Pero confieso que a mi me asusta.

Me puse a pensar que otra vida me gustaría vivir, me di cuenta que ninguna. Pensarás es que tu vida es… perfecta. Pues no. Dudo que alguien pueda definir su vida como perfecta, pero es mi vida.

Y con todo lo que eso conlleva no la cambio por nada. Y tampoco imagino alguien que quiera ponerse en mis zapatos, porque no solo sería lo bueno, tendría que vivir también la parte menos bonita.

A lo que me refiero es que nos bombardean constantemente para no estar conformes con absolutamente nada, a veces siento que existe un desencanto mundial y que la presión para ser lo que no somos es mucho más grande que aquella que nos valora por lo que somos y hacemos.

Retos, crecimiento, ambición, emprender, soñar, actuar… Todo eso está perfecto pero bien manejado. No podemos estar siempre aspirando a lo que no tenemos porque el vacío será eterno. Ser capaces de aceptarnos es el primer paso para avanzar. Hay cosas que siempre se podrán mejorar, pero cuando lo hagas por ti, porque es lo que te hace feliz.

Hace poco una persona querida me reclamaba que yo no hacía algo que él entendía era necesario. Le escuché, lo analicé y me di cuenta de que no era algo que me iba a hacer feliz, por mucho que fuera a ser exitoso o a encajar en lo que la sociedad puede querer de mí.

Y decidí no hacerlo.

El tiempo dirá si acerté o me equivoqué. Pero sea una u otra cosa, las consecuencias me afectarán solo a mí. Y estoy en disposición de aceptarlas. Creo que eso es lo más importante para querer la vida que tienes y no aspirar a vivir una ajena.

El inconformismo sale de adentro, de una aspiración personal que te lleve a estar más satisfecho contigo mismo. Si actuamos por lo que los demás esperan o por el papel que debemos asumir, al final nos perderemos. Y ya es bastante difícil encontrarnos.



Etiquetas