Como las hordas de Atila, arrasándolo todo a su paso, los “wawawá” bajaron en trulla. Vinieron desde la orilla hasta el centro mismo de la emblemática zona, y allí crearon tremendo jolgorio. De repente, los indeseables (no todos eran) habían tomado por asalto uno de los escaparates predilectos de los popis, los intelectuales, la clase […]