¿Se acabó el amor?

¿Se acabó el amor?

¿Se acabó el amor?

Cuando ya la euforia del bronce comienza a desvanecerse fluyen de nuevo las interrogantes que advertí (3 de marzo) a raíz del acuerdo entre la Fedombal y la empresa Souhtgate Sports sobre el arrendamiento (no patrocinio) del equipo nacional de baloncesto.

Como se observa, era un acuerdo a corto plazo, “a quemarropa”, sólo para el equipo “vitrina”, lo que quiere decir que ahora corresponde a la Fedombal armar, técnica y administrativamente, el equipo para Guadalajara 2011. ¿No había plan a mediano ni largo plazo? Si es así, ¡craso error!

Es evidente que la inversión fue cuantiosa y, aunque todo se manejó en el sector privado, pienso que los dominicanos tenemos derecho a saber cuánto costó el equipo nacional y cuál será la referencia económica a partir de ahora para conformar los equipos con miras a eventos grandes (preolímpicos, premundiales) y sus implicaciones.

Cierto, se deben crear las condiciones para ir al repechaje, pero es muy probable que los NBA y el propio John Calipari sólo se animen a asistir si Eduardo Najri los regenta, por “millones” de razones.

Leyendo entre líneas es fácil colegir que entre la Fedombal y la Souhtgate hay un “periquito”. ¿Se acabó el amor? ¿El negocio no fue rentable?… O ambas a la vez.



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