Ramón Leonardo merece un homenaje

Ramón Leonardo merece un homenaje

Ramón Leonardo merece un homenaje

Ramón Leonardo, justamente bautizado como “El cantante de la Patria”, es un hombre inteligente, culto, valiente e incorruptible como Maximiliano Robespierre.

Cuando Ramón me manifestó en una oportunidad que estaba enfermo, miré al cielo y sentí la impotencia de no poder conversar con Dios para implorarle que le devolviera su salud porque hombres como él son irrepetibles. Yo no pude conversar con Dios, pero Dios escuchó las plegarias de los miles de sus admiradores y Ramón superó su delicada situación de salud.

Conozco las interioridades de su corazón, de su sensibilidad como ser humano, de su lucha en el pasado y de su patriotismo.

En nuestro hogar de Puerto Plata le celebramos el 28 de febrero del año 2012 su cumpleaños número 64 junto a los héroes del catorce de junio Delio Gómez Ochoa, Mayobanex Vargas y Vargas y otros distinguidos amigos. Fue una noche inolvidable, donde no faltaron, por supuesto, los brindis y los buenos deseos para Ramón, entre poemas, canciones y anécdotas.

Mucha gente ignora que más allá de” Francisco Alberto caramba” existe otro hombre, otro ser maravilloso con el pecho henchido de inmensos deseos de superación y equidad entre todos y cada uno de los dominicanos, principalmente entre aquellos que se encuentran abandonados, apiñados en cada aldea y en cada barrio pobre.
Muy pocos dominicanos de los presentes días alcanzan su dimensión patriótica y su valentía.

Desafiar a los generales y militares de aquellos días interpretando canciones prohibidas pudo haberle costado la vida. Él lo sabía, porque sentía detrás de él los pasos de la parca y un olor a camposanto por todos los caminos que recorría con su guitarra debajo del brazo.

Era tanto el miedo que le tenían algunos sectores de aquella época a Ramón Leonardo, que cuando se anunciaba que iría a cantar a un pueblo, se colocaban barreras para impedirle la entrada. Casi siempre lo recibía un oficial de la Policía con las siguientes palabras: “Ramón, por el mismo lugar por donde llegaste, regresa, porque por aquí no pasarás”.

Oportuna es la ocasión para recordar a otro valioso artista y poeta, autor de las letras de “Francisco Alberto caramba”, que musicalizó y popularizó Ramón Leonardo, Chico González. Desapareció un día cuando partió supuestamente desde Santiago para visitar a sus familiares en Villa González y jamás se supo de él.

Algunos aseguran que lo secuestraron y luego lo asesinaron.

Pero nadie ha podido aportar datos confiables sobre su misteriosa desaparición. Chico González fue íntimo amigo y compañero de Ramón Leonardo.

La petición de Ramón Leonardo, para que una de las paradas del Metro lleve su nombre, debe ser ponderada y justamente complacida, porque por su labor social, artística y patriótica, él se lo merece.

Recuerdo una vez más las palabras de don Federico Henríquez y Carvajal delante del féretro de don Eugenio María de Hostos: “Pobre América infelíz, que sólo reconoces tus grandes vivos, cuando ya son tus grandes muertos”.



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