Plazoleta y el Callejón de los Curas, testigos de la historia

Plazoleta y el Callejón de los Curas, testigos de la historia

Plazoleta y el Callejón de los Curas, testigos de la historia

Aspecto del arco que conduce al Callejón de los Curas . CÉSAR LANGA FERREIRA

La plazoleta sur de la catedral de Santo Domingo fue levantada con dos objetivos: la construcción de viviendas para los canónigos que atendían los servicios de la catedral y para servir de campo santo de los difuntos eclesiásticos.

Fue trazada y erigida hacia 1541, por orden del arzobispo Alonso de Fuenmayor, a modo de Claustra, en la modalidad de recinto abierto. Se trata de un espacio rectangular con una longitud paralela al largo de la catedral.

Hoy en día presenta el alegre y agradable aspecto, de un pequeño jardín, con paseos enladrillados y bancos de piedra para sentarse a contemplar la majestuosa catedral.

Este espacio cerrado por muros, este comunicado con el tejido urbano que lo rodea, por medio de tres salidas, a cada uno de los lados que cierran y definen la plazoleta.

El más significativo es el que comunica con la zona sur, con una apertura conocida en la actualidad, con el nombre de “Callejón de los Curas”, con una extensión que desemboca en la calle Padre Billini. Las salidas de la Claustra, estaban cerradas por medio de arquerías de medio punto y puertas de hierro que se abrían al amanecer, y se cerraban al anochecer.

El Callejón de los Curas está formado por fachadas de varias viviendas, cuyo eje fundamental, se encuentra en dirección este oeste.

El uso original de estas construcciones, era totalmente eclesiástico, sirviendo de vivienda a los canónigos que se componían de diferente grados eclesiásticos y funciones. Aun hoy en día, varias de estas viviendas son utilizadas por los actuales sacerdotes de la catedral.

Las edificaciones continúan en el interior de la plazoleta, para conformar tres de los cuatro lados de la misma.
En la actualidad, el uso de algunas de estas construcciones, está dedicada a funciones comerciales o burocráticas, de índole religioso.

Viviendas
Una de las viviendas, será restaurada para servir como la oficina rectora del conjunto religioso. Todas las viviendas son de un solo nivel. Estaban construidas con materiales mixtos, utilizados en esa época, tapia, piedra y ladrillo. Las cubiertas eran aterrazadas, soportadas por grandes vigas de madera que sostenían alfajías cubiertas por tejas planas de barro.

Actual aspecto del jardín de la plazoleta.

Todas estas casas estaban pareadas, es decir unidas las unas con las otras, permitiendo un callejón de separación, entre una y otra, así como entradas para el personal de servicio, a cargo de cada vivienda. Dentro de las construcciones, se nota la jerarquía de sus ocupantes originales, por su tamaño y las características de los portales de acceso, algunos marcadamente de mayor importancia por su elegante elaboración.

Las viviendas de esta Claustra, repiten la misma distribución en planta. Algunas muestran un número más elevado de habitaciones dedicadas a dormitorios y otras contaban con espacios para despachos, así como bibliotecas.
Las claustras, al contar con grandes pasadizos de comunicación entre una y otra, tienen vanos para la ventilación e iluminación, para el interior de las habitaciones laterales.

Las viviendas contaban con patios, en donde se construyeron pozos medianeros, para servir las necesidades de agua de sus habitantes. En los espacios interiores, las ventanas que comunican al exterior, poseen poyos, lo que permitía a los clérigos, sentarse para contemplar el exterior y mantener conversaciones con transeúntes y vecinos.

En el interior de alguna de las viviendas, los vanos poseen arquerías, algunos de estos arcos son simplemente rebajados en un solo vano, en otros casos, la comunicación se hizo por medio de dos o más arcos de medio punto.

Algunas viviendas poseían salidas al interior de los patios, tratadas con refinada y cuidadosa elaboración, con arquerías de medio punto, sencillas o pareadas, divididas por columnas, dando la sensación de que detrás existía una logia.

El pozo medianero que surtía de agua a la vivienda.

Los pisos originales estaban recubiertos con losetas de barro y en algunos casos con tablas de madera. Actualmente, la gran mayoría de los pavimentos, están recubiertos por bellísimos mosaicos hidráulicos, instalados a inicios del siglo XX.

Construcción

— Entradas de carros
Siglos después de la construcción original, cuando se introdujo el uso de los coches, en América, se habilitaron entradas para los mismos y en algunos casos, caballerizas

*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS, CÉSAR IVÁN FERIS IGLESIAS Y CÉSAR LANGA FERREIRA