Santo Domingo.-Ante la falta de “talleristas” para impartir las materias extracurriculares de la jornada extendida, la escuela Padre Eulalio Arias, de Cristo Rey, donde el Presidente inauguró el año lectivo, hace uso de padres y madres de alumnos para ofrecer las clases de música y manualidades.
Como parte de las “inventivas” que han tenido que asumir los docentes para cumplir con el plan, en la Escuela Básica Fidel Ferrer, de la Fe, los maestros sacan los estudiantes al patio a la hora de deportes para que hagan actividades libres, como jugar ajedrez o brincar la cuerda, mientras les envíen los instructores que faltan para esta disciplina.
Tanto ahí, como en la escuela Marillac, en la avenida San Martín, han optado por reprogramar los horarios para completar el currículo en fonética, ortografía y otras materias.
“Buscamos el maestro de pintura y otros talleres para que impartan las clases que faltaban y así completar el horario “, comentó sor Luisa Ramos Pérez, directora del nivel inicial.
Por igual afirmó que han tenido que acoger hasta 48 alumnos en algunas aulas, cuando el tope es de 25 a 30.
El exceso de estudiantes, no es exclusivo de este centro, igual se da en el Eulalio Arias, donde más de 100 alumnos en el Salón Multiusos, de tres primeros de básica, sin compartimiento alguno, reciben clases en ese espacio.
Debilidades
Como parte de las debilidades que registra la nueva modalidad de jornada extendida, algunas maestras aseguran que al final del día terminan con los pies “duros” por permanecer tantas horas paradas y completar el tiempo que estaría a cargo de otros maestros.
“Las maestras titulares estamos asumiendo los talleres de ecología, caligrafía y escritura, lo hacemos nosotras… Educación física no se ha dado porque no tenemos instructores”, comentó Cristina Martínez, que imparte todas las materias desde primer grado a octavo de básica.
“Aquí coordinamos con los Comités de Padres de los cursos, quienes están dando apoyo, el que sabe música llena ese espacio y las madres hacen manualidades con apoyo docente”, precisó Miguelina Collado, subdirectora.
