¡No hay dinero!

¡No hay dinero!

¡No hay dinero!

Dunia De Windt

En este incomprensible pero real “macondo” particular en el que vivimos, donde cada día surge un tema que tapa al otro y el olvido colectivo se encarga del resto, solo los “honorables” y patriotas legisladores tienen derecho a subir sus lujosos sueldos y prebendas hasta convertirlo en un insulto ciudadano.

Esos legisladores o mejor dicho, cobradores de comisiones y prebendas donde la mayoría deberían estar en un juicio de fondo para responder sobre el caso de los Tucano, una variopinta cantidad de préstamos internacionales que aprueban para proyectos que ni siquiera se leen, donde casi todos fueron mercancía de compra y venta para una hastiada reelección de su partido, tráfico de armas y otros enseres, son los únicos a nivel institucional, entre otros ministros, que tienen “derecho” a subir sus salarios.

Los demás funcionarios del Estado, a los que todos pagamos sus nóminas, como policías, profesores de la educación pública, sector salud y todo aquel que aún hoy gana 15,000 pesos o menos, no tienen derecho ni siquiera a exigirlo. Para ellos el Estado responde que no “tiene dinero”.

En esta sociedad maltrecha, hipócrita y moralista cuando le conviene, solo hay dinero para esos “honorables” funcionarios .

No hay dinero para subir sueldos a una cantidad de hombres y mujeres que no están robando del erario como otros, que cumplen bien o mal con su trabajo y las presiones de un entorno tan complicado, estos deben continuar la senda de la desgracia económica.

No todos los policías o coroneles trapichean, roban y trafican. Como sociedad exigimos una Policía que enfrente su trabajo de la mejor manera posible, para nosotros confiar en ellos, pero si no ganan ni para comprarse un pantalón, ¿qué podemos esperar?.

En ese sentido, no hay dinero, para inyectar, por ejemplo, más divisas a la Maternidad Altagracia, y así evitar muertes prematuras de infantes y madres que acuden allí en busca de salvar sus vidas y dar a luz.

Pero sí hay dinero para financiar al Cedimat, un centro al alcance de unos cuantos privilegiados en un país donde la mayoría de la población no tiene recursos.

No hay dinero para según qué gente o qué institución. Sin embargo, hay dinero para aumentar la nómina ministerial de cada oficina gubernamental, para continuar manteniendo ministerios que deberían estar cerrados, hay dinero para que solo en Bienes Nacionales haya 38 subdirectores haciendo nada.



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