Santo Domingo.-Los servicios del Metro de Santo Domingo, que en su pasado reciente eran elogiados por su óptima calidad, hoy han dado un giro que los ha llevado a ser criticado por muchos de sus usuarios.

La creciente demanda ha ido restando las cualidades positivas que acompañaban al moderno sistema de transporte, lo que ha provocado que el mismo ya no sea tan cómodo.

Eso queda evidenciado en las extensas filas que deben hacer los usuarios para acceder a algunas estaciones, como la Mamá Tingó, José Francisco Peña Gómez y otras, donde permanecen por espacio de hasta 20 minutos, y una vez en el espacio para abordar el tren la situación se torna más difícil, debido a la gran cantidad de pasajeros que se aglomera para ingresar al aparato donde se producen empujones y golpes.

Una vez dentro, la incomodidad va creciendo parada tras parada, por el cúmulo de personas que, “como sardinas en lata”, no pueden movilizarse bien en los vagones .

En la “Mamá Tingó”, donde mayor cantidad de pasajeros se concentran, sus tres puntos de acceso no son suficientes en horas de la mañana, y esta es una de las causas de que los trenes lleguen sin espacio a las siguientes estaciones.
Otras quejas de los usuarios son las escaleras y los ascensores, que en algunas estaciones permanecen varios días sin funcionar, lo que representa gran dificultad para pasajeros con discapacidades físicas.

Según un miembro de la seguridad del Metro, en algunas paradas las escaleras y ascensores son sacadas de servicio para controlar el flujo de personas.