Madres e hijos se reencuentran con igual o más emoción en visitas asilo

Madres e hijos se reencuentran con igual o más emoción en visitas asilo

Madres e hijos se reencuentran con igual o más emoción en visitas asilo

Gloria Heureaux con siete años en el “Hogar San Francisco de Asís”, gozó la presencia de su hijo.

Santo Domingo.-Lágrimas de emoción y grandes demostraciones de amor puro se conjugaron ayer con motivo del Día de las Madres, especialmente entre aquellas que por múltiples circunstancias de la vida no pueden compartir el mismo techo con sus familiares.

Un simple asomo a la puerta del “Hogar de Ancianos Hermanitas de los Desamparados San Francisco de Asís”, en la Prolongación Independencia, permitió a reporteros de EL DÍA confirmar una vez más el noble sentimiento que guardan las progenitoras para sus hijos, y a la inversa, el triste pesar de muchos hijos de no poder cuidar siempre de ese ser tan extraordinario cuando envejecen.

“Les pido a todas las madres que sean comprensivas y acepten la realidad, pedirles a Dios que nos dé fuerzas; tengo tres nietos que son muy buenos”, reacciona Gloria Heureaux, madre de un hijo que por sus misiones militares tuvo que llevarla allí desde hace siete años.

Con 86 años, ella contó que sólo tiene ese hijo, que la visita dos veces por semana en el asilo y por supuesto llegó temprano este domingo a darle su acostumbrado abrazo.

Afirma que su experiencia ha sido buena, trabajó mucho en Obras Públicas y la Junta Central Electoral y al final se dedicó a hacer manualidades preciosas “me dice la gente”, y a su llegada allí se empeñó en hacer crucifijos para repartir, porque un padre le dijo que eso no podía faltar en cada hogar.

En el hogar su primera tarea diaria es ir a misa y partir de ahí se desayunan y conjugan muchas actividades. Al igual que ella, una buena parte de las integrantes del lugar, recibieron ayer a hijos y familiares de diferentes lugares.
Mercedes Fernández, con 95 años de edad, lleva ocho meses allí.

Ayer cantó con alegría el Himno a las madres junto a su hija de crianza Reyna Rosario y nietas que la sorprendieron con un ramo de flores.

“Ella fue maestra durante 48 años en Bonao; fundó dos colegios. Ella siempre ha sido una mujer alegre”, comentó Reyna emocionada al remembrar que la crio desde los cuatro años. Otras como Ana Antonia Martínez, quien procreo seis hijos, varios de ellos fuera del país, aunque se siente bien en el Hogar de Ancianos dice: “Tengo que acostumbrarme, hasta ahora no me falta nada, pero no le niego que me hacen falta”, comenta Martínez con 93 años de edad.

Las historias se repiten y unas que otras no asimilan, como Serbia Montero Montero, el estar distantes de sus familias. Al final reconoce que “es que ellos tienen que trabajar, por eso no me pueden atender”.

Realidadades

— Versión hija

Mercedes Fernández, maestra durante48 años. Elieser Tapaia.

Magaly Ogando cuenta lo triste que fue llevar a su madre al asilo. Ella trabaja, es madre soltera de tres niñas, una especial. “Me parte el alma, no quería dejarla sola… y nada, venimos a verla siempre, no nos descuidamos; al igual que mis hermanos venimos a darle afecto”.

Ana Martha lucía feliz compartir con hija
Satisfecha. Ana Martha García, con 70 años de edad, después de ser secretaria ejecutiva pensionada, se dedicó a participar en numerosos filmes como Ala Haza.

Ana Martha e hija.

Su única hija, abogada de profesión, por no dejarla sola consensuaron llevarla allí. Este domingo Ana Martha estaba feliz por salir a compartir con su hija, el yerno y la nieta.

“Estoy contenta, espero que las madres pasen su día felices y Dios les dé lo mejor”, mientras caminaba al reencuentro con su hija con emoción.



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