Ley de hidrógeno en Corea

Ley de hidrógeno en Corea

Ley de hidrógeno en Corea

Federico Alberto Cuello

“El hidrógeno es el medio más poderoso para la descarbonización”. Por ello Corea busca establecer “un ecosistema innovador, desarrollando y comercializando las tecnologías clave”.

Con estas palabras del Primer Ministro Kim Boo-hyum, el gobierno anunció que el hidrógeno será la fuente principal de energía para el 2050, produciendo para entonces 28 millones de toneladas anuales.

Dicho objetivo será realidad gracias a la nueva ley de hidrógeno. Adoptada en febrero 2021, orienta un proceso que ya tenía el viento en popa.

Uno de cada tres de los vehículos que usan hidrógeno en el mundo se encuentran en Corea, para un total de 14,500 y que para el 2040 será de 6.2 millones. De estos, 5.9 millones serán carros, 60 mil serán autobuses, 120 mil serán taxis e igual número de camiones.

Con inversiones por US$6.4 mil millones en investigación y desarrollo y una cifra comparable para financiar las tecnologías asociadas al hidrógeno, Hyundai aspira a tener para 2028 versiones de cada vehículo de su flotilla utilizando este combustible renovable. A nivel mundial, ya vende 88 % de los vehículos de hidrógeno.

Menor ha sido el avance en las estaciones de recarga, con apenas 88, frente a las 90 en Alemania y 134 en Japón. Al cierre del 2021 se esperaban unas 54 adicionales. El objetivo es tener 1,200 para 2040.

El emergente ecosistema del hidrógeno beneficiará a todo el país, con el establecimiento descentralizado de grandes conjuntos productivos (“clusters”) –financiados con inversiones públicas de US$1.1 mil millones– para la producción de hidrógeno verde en Jeolla del Norte, hidrógeno azul en Incheon, almacenamiento y transportes en Gangwon, fabricación de vehículos en Ulsan y, por último, fabricación de pilas de energía en Gyeongsang del norte.

El hidrógeno verde se produce por la electrólisis del agua, utilizando energías renovables. Los subproductos son oxígeno y vapor de agua. El azul, por su parte, se extrae del gas metano, lo cual no lo hace estrictamente neutro en términos de emisiones contaminantes.

Por si fuera poco, el hidrógeno ya contribuye a la generación eléctrica en Corea. El uso de pilas de energía permite descentralizar la generación utilizando celdas modulares, consistente con el relieve montañoso de la península y con la voluntad de descentralizar las capacidades productivas plasmadas en las políticas de desarrollo nacional equilibrado.

Vemos así cómo ya operan celdas de 20 MW en el distrito Mapo de Seúl, 19.8 MW en Hwansung y 50 MW en el complejo industrial Daesan de la ciudad de Seosán.

Estos ejemplos representan el comienzo de una capacidad de generación que alcanzará los 15 GW, según la hoja de ruta coreana hacia la economía del hidrógeno publicada por la Agencia Internacional de la Energía (IEA).

Con una ley de hidrógeno para incentivar las inversiones y para pautar las normas de sanidad y seguridad en el sector, el programa coreano de inversiones públicas en hidrógeno es el tercero en importancia del mundo, sólo por debajo de Alemania y Japón.
Aspirar a un aire limpio será sin duda más probable con políticas pertinentes como las coreanas.