Londres.-Negociar la futura relación del Reino Unido con la Unión Europea puede llevar hasta un decenio en tanto la pertenencia al Espacio Económico Europeo al estilo noruego no bastará para cumplir con las promesas de los defensores del Brexit y recuperar el control sobre la inmigración, señaló un informe del centro de estudios Open Europe.
La pertenencia al EEE, que algunos políticos promocionan como una solución fácil para la futura relación del Reino Unido con la UE, debilitaría su importancia como país del G-7 y limitaría sus opciones para controlar la inmigración, un eje clave de la votación a favor de abandonar el bloque, según el informe dado a conocer ayer.
El Reino Unido quizá deba buscar un acuerdo provisional que sea un reflejo de la pertenencia de Noruega, lo cual le permitiría ganar tiempo para completar un acuerdo de libre comercio independiente, dijo.
El informe destaca los retos que enfrentará el gobierno de la primera ministra Theresa May al tratar de satisfacer las demandas populares del referéndum del 23 de junio a favor de abandonar la UE, manteniendo a la vez los lazos económicos y en materia de inversión del Reino Unido. Una vez que se active el Artículo 50, el gobierno dispondrá sólo de dos años para encontrar un acuerdo tácito.
Dado que los gobernantes de la UE son renuentes a concederle más tiempo, es probable que sea necesario establecer un acuerdo temporario para que el gobierno pueda hallar un modelo más adecuado a largo plazo, según Open Europe.
‘Punto de fricción’
“La opinión pública más amplia quizá no sea consciente de la magnitud del problema”, dijo Pawel Swidlicki, analista de políticas de Open Europe, en una entrevista. “Somos optimistas a largo plazo si el Reino Unido adopta políticas internas adecuadas y está abierto a la competencia mundial. Pero la libre circulación es un punto de fricción por ahora”.
Además de no permitir trabas a la libertad de circulación, la pertenencia al Espacio Económico Europeo propone restricciones que podrían no ajustarse a las ambiciones del Reino Unido para el Brexit, según el informe.
Si bien permite que el Reino Unido inicie negociaciones comerciales destinadas a reducir las tarifas arancelarias con países como India, China y Brasil, obligaría al gobierno a adherir a la mayor parte de la legislación empresarial de la UE vigente en este momento, lo cual limitaría la posibilidad de reducir su carga de regulación.
También reduciría la posición del Reino Unido a satélite de la UE, algo inadecuado para su posición actual de miembro del G-7 con un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dice el informe.
