La exclusión en el área tecnológica

La exclusión en el área tecnológica

La exclusión en el área tecnológica

“Soy mayor, pero no idiota”. Bajo este eslogan, el valenciano Carlos San Juan de Laorden empezó la revolución contra el abandono de los mayores en el proceso de digitalización acelerada de los bancos. Rápidamente, su voz encontró eco en cientos de miles de personas en todo el país y acabó llegando al Consejo de Ministros hace poco más de un año.

Pero la banca y sus canales en línea no son los únicos que se han olvidado de las personas de mayor edad: el edadismo está presente en todas las caras de las tecnologías digitales, desde la exclusión de ciertos grupos de usuarios hasta el mercado laboral.

El edadismo es una forma de discriminación social por cuestión de edad. Esta afecta a todo tipo de personas, pero, en especial, a las mayores. Silicon Valley es un territorio geográfico en la zona sur del área de la bahía de San Francisco en el que hoy se agrupan más de 2,000 compañías tecnológicas.

Pero Silicon Valley también es una idea, un concepto nacido de la Universidad de Stanford que se ha convertido en símbolo de la innovación y la revolución tecnológica en todo el mundo. Los orígenes sexistas y edadistas de la cultura digital en California se han perpetuado en el tiempo. La cultura corporativa de Silicon Valley desafía al trabajador a cambiar el mundo y romper barreras.