Un asalto suele ser una encrucijada en que se nos encara ante el dilema de entregar un bolso o la vida.

El dilema es entregar un bolso que puede tener un monedero con dinero, importantes tarjetas y documentos de identidad personal, o por otra parte, entregar o arriesgar la propia preciada vida.

A nuestra sociedad se le presenta hoy, en medio de la actual pandemia, una encrucijada parecida.

O se da la apertura y flexibilización reclamada por sectores que sostienen que ni nuestra economía ni ellos personalmente aguantan más confinamientos, distanciamientos físicos ni toques de queda, o por otro lado, se asumen todos los sacrificios posibles para preservar la vida.

Al hacer estos señalamientos no desconocemos el grave estado en que viven amplios sectores que no tienen ni empleo ni comida para enfrentar la situación. A este problema hay que hacerle frente.

En este momento y ante las opciones a asumir, no se debe perder de vista que nuestro continente, América Latina y el Caribe, se han convertido en el epicentro de la pandemia del Covid-19; que de los 10 países con más muerte por el virus, 6 son de América Latina; que Perú es el más afectado y que la República Dominicana ocupa el noveno lugar en nuestra región. (Datos de la Universidad Johns Hopkins, de los Estados Unidos).

A nuestro modo de ver, en la anterior situación incide una combinación de factores como serían la gran apertura de mercado, la circulación turística, la alta movilidad de personas en una región con precarias condiciones de vida, de salud y de educación.

En variables como las señaladas encontramos algunas de las explicaciones a que en la actualidad, siendo Cuba un país que excede en población a la República Dominicana, los muertos por el virus al 29 de noviembre fueran 134 personas y en nuestro país, a la misma fecha, 2 mil, 331.

Hoy ni nunca debe cundir la desesperación. Se imponen los controles y el rechazo al populismo. Hay que ser firme en las disposiciones.

Siguiendo algunas experiencias favorables se debe ser estricto para determinar los momentos pertinentes para las aperturas y su gradualidad, se debe incrementar el número de pruebas en los lugares claves (aeropuertos, centros de trabajo y expendio), se debe rastrear a las personas con el virus y que han estado cercanas a ellas, hay que impedir las aglomeraciones y garantizar la disciplina individual enfatizando en las campañas de concientización.

Tomemos todo esto en serio, aun durante las festividades de navidades y de año nuevo. No nos dejemos vencer por el cansancio, actuemos como una sociedad que sabe luchar para sobreponerse a las dificultades y preservar la vida. Frente a la opción la bolsa o la vida, nosotros decidimos.