Ideas para una reforma fiscal

Ideas para una reforma fiscal

Ideas para una reforma fiscal

Frederich E. Bergés

Se ha analizado hasta la saciedad lo necesario que se hace una reforma fiscal con el objetivo de reducir los constantes déficits fiscales y el subsecuente endeudamiento para cubrir dicho déficit.

Cuando se observa que en el servicio de la deuda pública se va el 25 % de los ingresos ordinarios y en el cantaleteado 4 % otro 25 %, no hay que ser FMI, ni calificador de riesgo país, ni banco de inversión para comprender que dicha reforma es imperiosa.

Afortunadamente tengo el privilegio de estar en diálogo con forjadores de políticas públicas que le están dedicando esfuerzos en organizar una propuesta coherente a consideración de las nuevas autoridades que habrán de asumir la conducción de nuestra nación a partir del próximo 16 de agosto. Por ello me permito esbozar algunas posibles líneas actualmente bajo consideración.

La primera es el análisis profundo de las proliferadas exenciones impositivas y cuales se pueden eliminar o reducir. Estas van desde la modificación de la ley de cine, hasta el impacto de un posible itebis e impuesto sobre la renta al sector hotelero.

Esa idea se ha extendido a las empresas con respecto a sus ventas y la enorme cantidad que presentan pérdidas o unas utilidades muy menguadas. Esto sería un tributo mínimo sobre su facturación, independiente del anticipo de renta o itebis.

Otra idea es establecer itebis sobre los servicios profesionales. Este itebis sería deducible de la renta de personas y empresas con lo cual no se afectaría al consumidor siempre y cuando haga su declaración según exige la ley.

Adicionalmente al aumento del ingreso impositivo permitirá inventariar niveles de ingresos hasta ahora evadidos.
La revisión de la burocracia pública eliminando duplicidades y entidades improductivas es otro esfuerzo.

Ello conllevaría un congelamiento al tope del gasto y contratación de nuevo personal, así como a los gastos de publicidad y relaciones públicas.

Finalmente hay muchos otros renglones imposibles de cubrir en la brevedad de esta columna como el caso del déficit de las distribuidoras eléctricas o la liberación del mercado de combustibles. Cierto es que se debaten innumerables iniciativas de las cuales esperamos resulte un conjunto lógico, simple y beneficioso para todos las cuales seguiremos comentando en futuras entregas.