Hay que estar vivo…

Hay que estar vivo…

Hay que estar vivo…

¡para ver cosas! El mismo abogado que ideó el despojo inconstitucional de cuatro senadurías tras las elecciones de 1978, mediante el infame “gacetazo”, alega ahora que sería un “estupro” una modificación constitucional para abrogar solo un artículo transitorio, que para nada altera su esencia.

La connotación sexual que pretende atribuirse a un acto soberano del Congreso es cuando menos inquietante. ¿Puede sensatamente argumentarse que una reforma legal y legítima equivaldría a “destrozar el imperio de la Constitución”? Es casi risible la amenaza de sometimientos judiciales contra los legisladores que aprueben la habilitación electoral de Danilo Medina.

Entre los abogados espantados ante la posibilidad de que Leonel Fernández deba competir voto a voto en unas primarias para lograr su candidatura y buscar una cuarta presidencia, está el jurista Johnny Ventura, que rehúsa con bizarría digna de mejor causa tener que fumarse ese tabaco.

Comprar congresistas no es privativo de una sola facción peledeísta. Ver el debate político reducido a estas porquerías realmente a quien ayuda es a Abinader y su PRM.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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