Doble sentido y sentido directo

Doble sentido y sentido directo

Doble sentido y sentido directo

Raphy D'Oleo, empresario artístico

La cultura caribeña, y particularmente la dominicana, está aderezada con referencias sexuales y picarescas que reflejan la idiosincrasia de cada pueblo. La combinación de letras con gracia, refranes con picardía y comunicación humorística y social con alto sentido erótico, ha sido parte consustancial al desarrollo cultural de la región.

La sabiduría popular siempre ha conceptualizado las diferencias entre doble sentido y sentido directo; el primero utiliza alusiones que permiten maquillar la expresión para entendimiento de algunos, mientras que el segundo colinda con la vulgaridad que caracteriza lo soez y de mal gusto.

Los medios no han escapado al uso destemplado del lenguaje, y en la radio cubana podíamos escuchar comerciales con textos saturados de un doble sentido sexual (no deje que se le pare delante de su novia, compre un reloj Bulova), un doble sentido sensual (Jabón Elsa: báñate con Elsa y cantarás en la ducha), o de un sentido directo (singa, singa, sin gasolina su carro no camina, échale gasolina Texaco). El doble sentido aplicado a la música cubana es un reflejo de su idiosincrasia y propicia que los rasgos de picardía estén muy acentuados.

El caribe colombiano es rico en el rejuego de palabras que al unir y separar sílabas cambian el sentido de una frase. La ¨Mariela¨ (Samuel Burgos Carrasco) quiere que el abogado meta preso a su marido, porque su ¨Mama Cela A Todo El Mundo¨ (Grupo Rastrojo), lo que provocó ¨La Muerte De Tite¨ (Lisandro Meza), quien insiste en que ¨A Tite lo entierran hoy¨.

En República Dominicana, en 1977 Marino Duarte es el primer bachatero que usa el doble sentido sonando una canción llamada ¨El Paquete¨, pero la explosión llega en la década de los ¨80, con ¨Mamá Me La Tranca¨ (Tony Santos), siguiendo con ¨El Salón¨ (Julio Ángel) comúnmente conocido como ¨El Pajón¨ (Blas Duran), y este en 1987 crea la bachata moderna, dándole ¨Consejo A Las Mujeres¨. El género adquirió mayor preponderancia obligando a otros artistas, como Ramón Cordero, Eladio Romero Santos, Marino Pérez y los novicios de entonces Luis Vargas y Anthony Santos, a interpretar canciones de letras atrevidas.

El merengue no escapa a los patrones de moda que imponen las vulgaridades de siempre. Antes, disfrutamos ¨El Jarro Pichao¨ (Wilfrido Vargas) por la vecina que es llamada por ¨El Cuabero¨ (Johnny Ventura) a coger su estilla, no acepta ¨El Teorema De Pitágoras¨ de ¨Dos que le meto¨ (Fernando Villalona), porque ella prefiere oír ¨Pónmelo Ahí Que Lo Voy A Partir¨ (Conjunto Quisqueya). Ahora, la influencia de la música urbana ha avasallado el sentido ético del merengue típico, pues un ¨Pájaro Pelú¨ (Tatico Henríquez) que es capaz de posarse en ¨La Grama Chapiᨠ(Raquel Arias), sucumbe ante ¨El Perro Que Bebe Agua¨ (Nelly Swing) en la casa de ¨El Que Tiene Vaca¨ (Miguel El Artista)El doble sentido ha estado presente en todos los géneros, pero en algunos tiene un estricto dominio literario que no permite llegar a lo vulgar. ¨La Camisa Negra ̈ de Juanes no deja ver el difunto, ¨El Pez ̈ de Juan Luis Guerra pone la nariz en la pecera, y si ¨La Señora Supiera¨ lo que Anthony Ríos siente tan alto, seguro permitiría que él ascendiera a ¨sus cumbres tentadoras¨.