De Baní a surcar cielos en un Black Hawk, la historia

De Baní a surcar cielos en un Black Hawk, la historia de Marisol Chalas

De Baní a surcar  cielos en un Black Hawk, la historia de Marisol Chalas

Chalas se ha convertido en un referente de éxito entre latinos en Estados Unidos. ELIESER TAPIA

SANTO DOMINGO.-En función de las posibilidades que tenía a la mano, Marisol Chalas se veía a sí misma como una eventual gerente de un restaurante de comida rápida en Estados Unidos.

Era inteligente, hábil, manejaba el idioma y destacaba entre sus compañeros en sus primeros años de escolaridad en Boston, pero las limitantes raciales, nacionales y de género parecían ser demasiado complejas como para pensar en algo más.

La vida le dio un giro cuando a escondidas de sus padres decidió hacerse militar a tiempo parcial.
Treinta y tres años después Chalas es teniente coronel del Ejército de los Estados Unidos, tiene en su hoja de vida el logro de ser la primera latina en pilotar un Black Hawk y comandar una base militar de la Reserva del Ejército, en San Francisco.

De Baní
Por allá por los primeros años de la década de 2000, a Chalas le tocó viajar a Irak como parte de las fuerzas especiales norteamericanas que combatieron en ese país.
Mientras sobrevolaba el cielo del infierno (lo que es para alguien el espacio aéreo de una zona de guerra), logró ver en uno de los campamentos aliados una bandera dominicana.

Formaban parte de un grupo de infantes que habían sido enviados por el gobierno de Hipólito Mejía. Fue para Chalas uno de los escasos momentos alegres de sus misiones de extrema peligrosidad.

Esto así, pues aunque asumió con rapidez la cultura estadounidense, tras sus padres emigrar cuanto tenía dos años de edad, mantuvo siempre consigo sus raíces.

“Nunca olvido mis raíces, mi corazón está con la bandera que amo”, dice.
Hija de Napoleón Chalas, un banilejo que se empleó a su llegada a Estados Unidos en una zapatería, y de la señora Dulce Matos, Marisol creció en un hogar con la escasez propia que caracteriza a los migrantes en sus primeros años junto a tres hermanas.

La familia conserva nexos con su pueblo natal, en el que conservan algunas propiedades, así como familiares y amigos de la época.

Etapa difícil
Entrar al Ejército le abrió las puertas a la educación superior, a la vez que alternaba su tiempo con otros trabajos.
Se hizo ingeniera marítima nuclear y trabajó por más de una década con la compañía General Electric, montando turbinas nucleares.

En función de sus destrezas y de lo fácil que asimilaba las matemáticas, un viceoficial de la Marina le sugirió hacerse piloto.

A pesar de que se graduó y demostró destrezas, su condición de mujer y de latina le causó mucha oposición. Los famosos helicópteros Black Hawk solo pueden ser volados por estadounidenses y, aunque había obtenido dicha nacionalidad, Chalas reconoce que en dicha época se vivían condiciones difíciles.

Llegó a pertenecer a compañías en las que ella era la única mujer, mientras trabajaba en zonas de guerra.
Como recomendación, Chalas aconseja a los que se encuentren en condiciones similares, regirse de la ética profesional y saber dominar sus emociones.

El tiempo se encarga de poner cada cosa en su lugar. Al mirar atrás tiene una contundente declaración: “Valió la pena. Quiero ser el canal que abra las puertas a otras personas para que tengan las mismas oportunidades que yo”.

Imagen de campaña
Recientemente, Chalas ha sido elegida para ser parte de las figuras militares que promoverán en Estados Unidos el ingreso de jóvenes en el Ejército.

xxLas cosas han cambiado, antes abundaban los aspirantes, pero el cambio de época y las nuevas alternativas de producción han incidido en una merma de solicitantes.

Sin embargo, son muchos los descendientes de latinos que carecen de oportunidades para destacar y es donde Chalas se propone comunicar que, al igual que ella, otros también pueden estudiar y obtener mejores trabajos.

En sus propias palabras, ser parte del Ejército abre oportunidades para el postulante y toda la familia.
Además de estudiar carreras de alta demanda, pueden desempeñarse en las empresas del país y ocupar posiciones de gerencia.
Tiene sus riesgos como todo, pero es una ventana de oportunidad al desarrollo y el cumplimiento del sueño americano.

 

Escasez

— Posibilidad
Los latinos que residen en Estados Unidos de manera legal pueden ser parte del Ejército desde los 17 años y hasta los 36. La presencia de oficiales dominicanos es escasa.

Sobre Chalas

—1— Hoja de vida
Chalas ha trabajado en Japón y Canadá y fue asistente del subjefe del Ejército de Estados Unidos. También trabajó como agregada militar en el Congreso.
—2— Actualidad
Actualmente es la comandante en jefe de una base de la Reserva del Ejército, que administra anualmente los trabajos de unas 20,000 personas.



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