Cuidar y preservar nuestra esencia

Cuidar y preservar nuestra esencia

Cuidar y preservar nuestra esencia

Lady Reyes, directora de Encuentros Interactivos.

Cuando miro a mi alrededor, veo a muchas personas que dedican demasiado tiempo deseando ser vistos y reconocidos. Unos, como personas inteligentes, buenas y atractivas, otros como exitosos, populares o espirituales.

Y en esa carrera loca por destacar, olvidamos ser “nosotros mismos” para construir esa “marca” que otros “valorarían” más.

Mientras nos apresuramos a llevar a cabo esos planes y deseos que son tan anhelados, una de las cosas cosas que más nos está costando entender es el hecho de que, por debajo de los sueños y aspiraciones, hay una base que debemos cuidar y preservar: nuestra esencia. Esa que nos define. Y en lugar de transformarla para que otros nos amen, lo que debemos hacer es mimarla, amarla y potenciarla para otros la puedan valorar tal como es.

Andamos tan aprisa que nos resulta difícil creer que todo lo que necesitamos se encuentra enfrente, alrededor y dentro de nosotros. Si llegamos a entender esto, veremos que nuestro humilde camino consiste en echar raíces sobre las miles de excusas y expectativas de los demás, esas que nos impiden ver lo maravilloso de ser diferentes.

Cada uno de nosotros hemos sido bendecidos con dones únicos y especiales que solo podemos utilizar si trabajamos en ellos, si preservamos y cuidamos esos valores que nos definen, las enseñanzas de nuestros padres y lo positivo que hemos aprendido en el transcurso de los años. Tomar y dejar… pero, sobretodo, ser firmes al rechazar las malas compañías y cerrar los ojos antes los malos ejemplos.

Sin importar cual sea el sinónimo que quieras emplear para denominar el deseo de destacar. fama, celebridad, popularidad, prestigio, honor o gloria, cuida que ese anhelo no deforme la verdadera visión de la senda que debes recorrer.

Puedes brillar siendo tú: honesto, leal, gentil, sincero, alegre y trabajador, y todos esos adjetivos que identifican a una persona comprometida con lustrar su “mejor versión” para cuidar y preservar su esencia. Date la oportunidad de ser lo que quieres ser, sin tener que esperar la aprobación de los demás.



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