*Por Abed-nego Paulino

SANTO DOMINGO.- Ciudadanos se encuentran “entre la espada y la pared” al momento de adquirir mascarillas de protección contra el COVID-19, debido a su alto costo, sobreprecio y eventual escasez, mientras que a las que tienen más acceso, -las de las calles- su compra está prohibida.

Tal dilema pone a miles de dominicanos en una encrucijada ante la propagación de la pandemia que lleva hasta el momento 177 defunciones y 3,167 contagios.

En ese sentido, el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, ha sido enfático en señalar que el uso de mascarillas en lugares que aglomeren personas debe ser obligatorio para poder apalear la propagación del COVID-19 y exhortó a quienes no dispongan del recurso a usar pañuelos. Razón por la que el pasado lunes advirtió  que todo aquel que sea sorprendido vendiendo el insumo en las calles será sometido ante la acción de la justicia y se investigará la procedencia de dichos insumos.

Ante lo planteado, ciudadanos consultados expresaron su parecer.

Valeria Miche, profesora en Santo Domingo Este, entiende que todos debemos usar las mascarillas y las autoridades competentes deben orientar sobre su uso correcto, bajarle el precio al mínimo posible y hasta regalarla a los más necesitados. Agrega que en la farmacia que compra las mascarillas desechables la venden a 50 pesos, por lo que su esposo hizo la denuncia a Pro Consumidor.

“Está bien que se prohíban las ventas de mascarillas hechas en casa, porque según estudios realizados, las mascarillas hechas con tela normal no te protegen del virus, como tampoco te protegen las mascarillas quirúrgicas; las que son específicamente para los virus son las N95, y esa información es avalada por la Organización Mundial de la Salud. Pro Consumidor debería hacer que la vendan a un precio más accesible para la gente”, explicó Emy Pérez Arroyo, periodista y residente en Santo Domingo Norte

Sin embargo, para otros la calidad del recurso vendido en las calles es buena. Tal como opinó un ciudadano, quien no quiso revelar su nombre y dijo que debido al sobreprecio, lo factible es que quienes fabrican mascarillas en casa, las vendan, por ser un precio más acogedor.

“Mi hermana y mi prima la hacen y la venden a 50 pesos, y son muy buenas, tienen doble tela. Sería bueno hacerlas de papel, pero no se pueden lavar, en cambio las de tela tú las puedes lavar”, indicó.

Realidad
Ante la crisis sanitaria que vive el país las ventas del recurso son aprovechadas por aventureros y compradas por ciudadanos como “pan caliente”, al verse sin opciones.

Este lunes, vendedores informales se apostaron en algunos puntos del país, tales como la avenida Hermanas Mirabal con Charles de Gaulle en Villa Mella, frente a la estación del Metro José Francisco Peña Gómez o entrada de Guaricano y en la avenida Máximo Gómez con Ovando.

“Lamentablemente, en el país, dado el hecho de que no existen suficientes mascarillas y las que hay son muy caras, la gente recurre a cualquier mecanismo para protegerse y también buscarse un dinero”, indicó a EL DÍA el epidemiólogo Carlos Manuel Feliz Cuello.

El especialista añadió que si las mascarillas no tienen control de calidad para este tipo de virus, no tiene sentido que se haga en casa, porque es un fiasco y en vez de contribuir a la disminución de la pandemia, lo que se convierte es en un aumento de infecciones.

Los vendedores de mascarillas han multiplicado por 20 sus precios originales, con el agravante de que no hay disponibilidad en el mercado.