Santo Domingo.-Los mil kilos de cocaína incautados el pasado lunes en el mar Caribe, próximo a Barahona, por agencias de seguridad dominicanas y de Estados Unidos eran propiedad del cartel del Norte del Valle (conocido como el Cartel de lo Sapos por la popular serie que se transmitió en el país).
La operación liderada por la DEA y la Dirección Nacional de Control de Drogas, con la participación de la Marina de Guerra y la Guardia Costera de Puerto Rico, se inició cuando los sistemas de inteligencia la informaron que el cargamento había salido rumbo a República Dominicana.
La embarcación con los más de mil kilos de cocaína partió desde el lado venezolano de la península de la Guajira, la cual también tiene una parte colombiana.
En ese momento el avión espía conocido como Predator estaba recibiendo mantenimiento, por lo que fue necesario mandar inicialmente un avión caza militar, que fue el que hizo el primer avistamiento de la lancha rápida. Posteriormente se envió al Predator para concluir la operación con los arrestos.
Los cuatro colombianos apresados en alta mar por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Aluchom Castro, Arechelleo Bocaleo, Rubén Bucaria y Micton Sretellea, tienen facciones indígenas, por lo que sus huellas digitales fueron enviadas a Colombia para comprobar su identidad real.
La droga era transportada a la República Dominicana para llevarla desde aquí a su destino final.
La persecución contra la embarcación inició a la medianoche del sábado, a 280 millas náuticas al sur de Barahona, hasta que se produjo el decomiso de la droga y el arresto de los extranjeros, cerca de las 4:00 de la madrugada del lunes, de acuerdo al informe.
Fueron empleados por parte de la Marina tres guardacostas y dos lanchas interceptoras, un helicóptero de la DNCD, además de la asistencia del avión espía de EE. UU. que sobrevuela el Caribe. La persecución duró seis horas.
La DNCD reveló que analiza junto a la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) informaciones altamente sensitivas para arrestar a los que la agencia considera eran los contactos y personas claves que recibirían en la República Dominicana los mil kilos de cocaína ocupados a bordo de una lancha rápida tripulada por colombianos y que pertenecen a la red.
Prefieren otra justicia
Las frecuentes sentencias favorables a imputados en casos de narcotráfico, quienes a pesar de la cantidad de droga envuelta en el proceso recobran su libertad con facilidad, ha motivado que en los últimos meses la DNCD opte por enviar a los apresados a Puerto Rico, medida con la que se busca el caso no quede en la impunidad.
El festival de garantías económicas, impedimento de salida y presentación periódica ha favorecido a implicados en asuntos extranjeros, que por esa condición no tienen nada que los ate al país y consiguen huir del proceso.
Para poner un ejemplo, los mil kilos detectados en Baní fueron enviados a Puerto Rico conjuntamente con los tres venezolanos apresados, Richard Chirino, Eliezer Hernández y Cruz Natera Fermín,
El grupo, informó la DNCD, forma parte de los remanentes de la red del capo Ramón Antonio del Rosario Puentes (Toño Leña), quien se declaró culpable en Puerto Rico de los hechos que se le imputaban.
También fueron enviados a Puerto Rico, con el alijo de mil kilos decomisados en aguas del mar Caribe el lunes los colombianos Aluchom Castro, Arechelleo Bocaleo, Rubén Bucaria y Micton Sretellea.
Durante el pasado año fueron puestos en libertad los implicados en los 157 kilos de cocaína decomisados en Samaná, del grupo solamente guarda prisión Yván Miguel Peña Tineo, porque los Estados Unidos lo pidieron en extradición.
En libertad
Uno de los casos más recientes fue el del alijo de 767 kilos de cocaína decomisado en aguas del mar Caribe próximo a San Pedro de Macorís en julio pasado, los imputados Miguel Zapata de la Rosa, Roberto Peña Cordero, Julio César Madrigal García y Ruddy de Jesús Gálvez fueron puestos en libertad por el juez del Juzgado de la Instrucción, Ramón Alberto Almonte Barry.
El juez adoptó el pedimento del fiscal adjunto Ángel Bienvenido Medina, quien pidió la libertad. (tanto el juez como el fiscal son investigados).
