Una mirada interiorista

Los obispos dominicanos, reunidos en su reciente conferencia, hicieron un énfasis capital en una especie de mirada interior a sus altas responsabilidades sociales, religiosas y humanas.

Entre varios aspectos llegaron a la conclusión de que deben enfatizar la dimensión espiritual, humana, comunitaria e intelectual, que contribuya al desarrollo de sacerdotes líderes, íntegros, modelos de servicio, entrega y fidelidad a sus compromisos eclesiásticos y sociales.

Indudablemente que se trata de una mirada que se enfoca en la previsión. Y tiene que ser así, tomando en cuenta que son los líderes de una iglesia que debe incidir en una sociedad que se aventura, casi de manera ciega, a todas las tentaciones de este caótico y convulso siglo veintiuno.

Un tiempo que, ciertamente, demandará un conjunto de sacerdotes íntegros, modelos de servicio, entrega y fidelidad

Sin duda esa mirada interiorista contribuirá a volcar de manera decisiva la sensibilidad que caracteriza a nuestra Iglesia a todo lo que se plantea en el orden de su accionar social.

Enfocarse más en la atención a las familias, mujeres abusadas y desprotegidas será de gran ayuda para sobreponernos a la crisis de valores que nos acogota. Estamos confiados que por este camino la Iglesia podrá hacer frente a los grandes desafíos que como nación cristiana tenemos por delante.