La información de que durante el pasado fin de semana fallecieron once niños en el hospital Robert Reid Cabral ha abierto una serie de interrogantes sobre el sistema de salud en el país.

Uno de los elementos que resaltan en esta tragedia ha sido la precariedad económica con la que se maneja ese y otros centros sanitarios.

Lo más simple sería atribuirle esa situación al presupuesto que recibe el Ministerio de Salud Pública, pero cuando se profundiza hay que llegar a la conclusión de que el sistema de salud recibe mucho más fondos de lo que parece.

Además de los 35 mil millones de pesos que recibe el Ministerio, en el sector salud se invierten 51 mil millones de pesos al año provenientes de la Tesorería de la Seguridad Social.

Eso en adición a los fondos que pagan los pacientes por el denominado copago, el cual se estima en unos 10 mil millones de pesos.

En definitiva, el sistema de salud recibe al menos unos 96 mil millones de pesos (cerca del 4% del Producto Interno Bruto).

Partiendo de esa cifra, entonces vale la pregunta de si se están utilizando de manera inteligente todos esos recursos, que ya vistos en su conjunto no son tan escasos como se pudiera pensar inicialmente.

El Sistema de Salud, que incluye lo que se canaliza por el Ministerio y por el Sistema Dominicano de la Seguridad Social, requiere una transformación inmediata, la cual no será posible con la sola voluntad de un ministro.

Se requiere coraje y una firme decisión política.