“Para EEUU, lo mejor está por venir”

–Barack Obama, Presidente reelecto de los EEUU

El pasado martes seis de noviembre en Estados Unidos se celebraron las elecciones presidenciales, alcanzando el presidente demócrata Barack Obama una cómoda reelección sobre su contrario republicano Mitt Romney, obteniendo 303 votos electorales frente a 206 votos electorales de Romney. A diferencia de países como RD, en EEUU las elecciones se disputan por la cantidad de votos electorales ganados y no por el voto popular. Cada estado tiene un número de votos electorales determinado, siendo los estados más importantes: Ohio, Iowa, Colorado, Virginia, Florida, New Hampshire, North Carolina, Nevada y Wisconsin. La clave del triunfo de Obama estuvo en el apoyo de los latinos, afroamericanos, mujeres y los jóvenes; dejándole a Romney solo la minoría blanca como adeptos.

Parte del fracaso de Romney se debió a la aprobación hace dos años por varios estados republicanos como fue el caso de Arizona, de la irrisoria ley de inmigración, donde el tratado hacia el indocumentado era deplorable y del cual era participe, incluso expresó su intención de expandir este modelo al resto del país, ganándose el rechazo del poderoso sector votante de los latinoamericanos, que hoy día representan el 15% de la población estadounidense. Así que si los republicanos desean volver al poder, es necesario que se reconcilien con esta “minoría” que ya tiene suficiente poder para elegir un presidente.      

¿Por qué Obama?, éste ha logrado crear más de cuatro millones de empleos, redujo la tasa de desempleo desde el máximo del 10% en pleno apogeo de la crisis al 7.9% el pasado mes de octubre, reforma al sector sanitario permitiendo la entrada de millones de estadounidenses al sistema de salud, una profunda reforma al sistema financiero coartándole el libre albedrio que gozaba WallStreet, y por si fuera poco, una ayuda sustantiva a las minorías ofreciéndoles nuevas formas de legalización y acceso a visado.   

Dentro de las promesas de campaña del entonces candidato Barack Obama, estaban la creación de más de un millón de empleos dentro del sector manufacturero, a través del restablecimiento de industrias norteamericanas en el extranjero por medio de incentivos fiscales, disminuir las importaciones de combustibles fósiles para desarrollar y explorar el sector de energía renovable, reducir el déficit en cuatro billones de dólares, recortes de gastos, aumentos de impuestos a la clase más rica del país y una reforma migratoria en beneficio de los millones de ilegales que trabajan arduamente dentro del territorio estadounidense.

Aunque los buenos deseos son muchos, la realidad que se avecina no es fácil. El 1ro de enero del año próximo EEUU se enfrenta al Precipicio Fiscal, como lo denominó el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke; refiriéndose a una subida de los impuestos, recorte del gasto público del 3% del presupuesto del estado federal, eliminación de los recortes de las cotizaciones al sistema de pensiones,  eliminación  de las reducciones de los tipos del Impuestos Sobre la Renta de las Personas Físicas y eliminación de exenciones. Estas medidas son producto del acuerdo entre demócratas y republicanos el pasado agosto 2011, cuando los republicanos amenazaban con hacer caer la economía en default, con las desastrosas consecuencias que esto pudo haber acarreado.

El Precipicio Fiscal podría costarle cuatro puntos porcentuales del producto interno bruto, pudiendo hacer caer a Estados Unidos en una nueva recesión, haciendo una tarea titánica promover el crecimiento, la inversión y la creación de empleo. Sin dejar a un lado la inestabilidad de la zona euro, que en su totalidad es el principal socio comercial de EEUU.

Le deseamos mucha suerte al presidente reelecto Barack Obama, porque dependiendo cómo le vaya a la economía norteamericana, así le irá al resto del mundo, en especial a pequeñas economías abiertas como es el caso de nuestra República Dominicana.