El país está transitando por un periodo de aumentos anunciados con mucha antelación. La práctica se produce, básicamente, en determinadas áreas de servicios.

Eso acaba de ocurrir con el anuncio hecho por la Asociación de Instituciones Educativas Privadas sobre el incremento de, quizá, un 10 por ciento en la colegiatura que empezará en agosto de este año. No importa el monto o bajo qué argumentos se haga, un aumento es un aumento.

Y eso se traduce en que los padres tendrán que erogar más dinero por el pago de uno o varios hijos que se eduquen en el sector privado.

Los argumentos son de variada índole. El aumento salarial a los maestros es uno de ellos, sin que se indique el porcentaje a que tendrán derecho, luego de realizar los ajustes de tarifas necesarios a los padres.

Independientemente del incremento de la tarifa, y de los sueldos, a los maestros, no siempre podemos asegurar calidad uniforme en todos los y colegios privados.

De todas formas avanzamos, aunque el avance en educación, ya se sabe, no es fenómeno que se puede medir de un año para otro.