Nuestro propósito

Nuestro propósito

Nuestro propósito

Lady Reyes, editora de Vida y Estilo, periódico El Día.

En los principios de cada año nos ocupamos de elegir y escribir con cuidado nuestros propósitos.

Si nos fijamos, nos afanamos en buscar deseos y logros por alcanzar para los próximos 365 días, pero si no podemos encontrar una meta o simplemente no encontramos el tiempo para trazar la línea de acción, tendemos a pensar que hemos perdido el rumbo.

Lo escribo una y otra vez… lo que debemos entender es que el objetivo se encuentra en la respiración misma, en el ser. Disfrutar de las personas, de los momentos, de las risas y magia misma de la vida.

Es bueno elegir metas, alinear nuestros objetivos, mirar al horizonte y trazar una línea recta hacia lo que queremos lograr; lo malo es cuando ese mapa que construimos para llegar al futuro nos impide disfrutar el presente, las personas, y todo lo que él tiene para nosotros.

Es como nos lo recuerda la artista Carol Hegedus: “Nuestro propósito está en ser aquello que con más pasión somos cuando estamos prestando atención a lo más profundo que hay en nosotros”.

Así que, más allá de la preocupación por la carrera, el empleo, el retiro, las posesiones, los logros, pérdidas y ganancias, nuestra meta debe ser vivir a plenitud, y como bien lo dice Mark Nepo, en “Un libro para renacer cada día”: “arder como lo que en verdad somos, sin tomar en cuenta todos los nombres y títulos a los que aspiramos o que nos otorgan”.

Vivimos en un mundo donde se multiplican las ambiciones, donde ‘rompemos brazos’ para lograr lo que deseamos y nos involucramos en una competencia de comparaciones… y nos olvidamos que nada de lo que acumulamos se irá con nosotros al partir.

La pregunta del millón es, ¿qué quisieras llevarte contigo al morir? ¿Lo acumulado o lo vivido?



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