La sobrevaloración

La sobrevaloración

La sobrevaloración

Hugo Lopez Morrobel

La sobrevaloración impide que se reconozca que se está equivocado y que un individuo se cree ilusiones mentales totalmente erradas sobre la realidad de sus reales capacidades.

Ese ego fuera de lo normal ha sido causante de fracasos espectaculares de personas que momentánea o permanentemente pierden totalmente su propia perspectiva.

En su teoría del psicoanálisis, Freud trata ese tipo de trastorno de la personalidad en forma magistral, sin ningún desperdicio, dado que se adentra en todos los elementos que inciden en que una persona se sobrevalore a tal punto, que se crea en capacidad de estar por encima del bien y del mal.

En nuestra sociedad, casos de esa naturaleza lo experimentan desde el más potentado hasta un muchachón de barrio que hace fortuna al vapor, aunque los casos más llamativos se encuentran entre los políticos, que tras amasar dinero del erario, se creen imprescindibles, intocable y enviados por la gracia divina.

Para llegar a ese estadio, se debe traspasar la etapa de lo que se denomina “vanidad” la cual envuelve en un mundo irreal, al que se cree poseedor de méritos superiores que deben ser reconocidos por los demás, aunque no se someta a un escrutinio.

Esa extraña, pero común condición en algunos elementos, la experimenta desde hace tiempo el boxeador Floyd Mayweather, quien vive de las exhibiciones de dinero y de otros bienes materiales, los que estrella en la cara de todos en forma extravagante.

Eso lo ha llevado, aunque tiene sobrada calidad, a creer que es el mejor púgil de todos los tiempos, al punto de que minimizó los logros de Cassius Clay, alegando que él está muy por encima de todos.

Una derrota ante Manny Pacquiao ,el próximo dos de mayo, sería una buena lección para que esa vanidad decaiga y no siga creyendo que es la última Coca-Cola del desierto.

De salir airoso, nadie, absolutamente nadie, incluso su propia familia, lo podrá soportar. Se convertirá en un ser más inaguantable de lo que es hoy.

RADARES. Excelente la designación de Keynes Bayless como el árbitro de la pelea Pacquiao-Mayweather, pero los jueces, aunque con vasta experiencia, dos son nativos de Las Vegas: Burt Clements y Dave Moretti, quienes difícilmente fallen contra Floyd. El otro es Glenn Feldman, de Connecticut.



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