La seguridad en los hospitales

La seguridad en los hospitales

La seguridad en los hospitales

Una vez más se produjo el robo de una niña recién nacida en un hospital público. La criatura, afortunadamente, fue devuelta a sus padres en un tiempo prudente, pero eso no puede servir de consuelo ante un problema que, cada cierto tiempo, se repite en distintos centros de salud.

Esta vez se canceló a una parte del personal del hospital Presidente Estrella Ureña, donde se produjo el hecho. Sin embargo eso no va a impedir que otra criatura recién nacida corra en el futuro la misma suerte.

Eso que auguramos podrá suceder por múltiples razones. La más sensible de todas está en el estado físico que presenta la mayoría de los hospitales.

Muchos en proceso de reconstrucción o en su fase final de remozamiento. Esa situación incide de manera muy sensible en otro factor, que tiene que ver con el hacinamiento y cúmulo de parturientas en los pocos centros que brindan el servicio.

Eso, a su vez, incide en una alta circulación de personal externo a lo interno de los centros hospitalarios. Y con tantas personas circulando, de paso, como visitantes, o demandando una atención de salud, incide en que se vulnere el precario y a veces inexistente servicio de seguridad interno de dichos centros.

De manera que las autoridades están en el deber de poner una mejor atención a esta coalición de males que estalla y hace crisis cada cierto tiempo.

En el caso que nos atañe desembocó en el desafortunado robo de una niña que termina, dolorosa y sorpresivamente, afectada aunque luego haya sido rescatada.



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