Las autoridades haitianas anunciaron la prohibición de las importaciones de carne  animal de todo tipo y huevos procedentes de República Dominicana.

En la segunda vez en pocos años que toman una medida similar, aunque esta parece ser más drástica que la anterior ya, que incluye no sólo la  carne  de aves, sino todos los tipos.

La disposición se anuncia un día después de que el presidente Danilo Medina visitara la vecina nación y se reuniera con su colega haitiano, Michel Martelly, para celebrar el Día del Medio Ambiente. En ese escenario el Mandatario dominicano anunció que ayudaría a la reforestación del vecino país.

 El ambiente entre los dos mandatarios lucía ser distendido, por lo tanto parece factible una acción directa para resolver esta situación cuanto antes, debido al impacto negativo que podría tender para los productores dominicanos de carnes y huevos, que han convertido a Haití en su principal mercado externo.

La dilación generaría pérdidas en un sector que empezaba a redinamizarse.

Todos los recursos diplomáticos deben ser usados para que se levante la prohibición.

No puede escatimarse ningún recurso para garantizar a los haitianos y a los dominicanos que las carnes y los huevos no representan peligro para la salud ni para la pecuaria.

El Gobierno dominicano está frente a un nuevo reto. Le toca un nuevo “manos a la obra”.