Que frustración siente una persona cuando no puede alcanzar sus objetivos profesionales y peor aún, cuando en este caso la culpa es por la falta de seriedad y ética con que se ha manejado la unidad de post-grado de la Facultad de Humanidades de nuestra prestigiosa UASD.
Un grupo de profesionales de comunicación social y mercadeo entramos en enero del 2004 al programa de maestría en relaciones públicas no sólo con el propósito de aumentar nuestro conocimiento, sino atendiendo a las demandas y exigencias de la Secretaría de Estado de Educación Superior Ciencia y Tecnología respecto a las aspiraciones de profesionales del área para impartir docencia en instituciones de educación superior del país. Estos sueños se han visto frustrados ante el no cumplimiento del programa por parte de las autoridades competentes.
Una maestría bien coordinada y definida tiene duración de 2 años mínimo, para lo cual este programa solo en la especialidad duró casi 3 años, para luego de tanto tiempo obtener un certificado que a muchos no nos sirve para nada, sabiendo que si este esfuerzo junto al título, no es valorado por la SEESCYT para fines catedráticos, entonces deberían quitar esa parte de la educación y que sea sólo maestría.
Es mucho el esfuerzo que se ha hecho para que las autoridades tomen en cuenta este caso, pero la mediocridad y el desinterés con que se ha manejado este programa es señal de la debilidad y la falta de voluntad de las autoridades de la Facultad de Humanidades y la División de Post-grado de la UASD, que a mi entender deben velar por el crecimiento intelectual y profesional de los dominicanos y dominicanas que aspiramos ha mejorar nuestra calidad de vida.
Se convirtió en una pesadilla el sueño de muchos, por obtener un título de Post-grado en la UASD, y no quiero dejar de mencionar que dicho programas bastante costoso por cierto, no ha servido más que para contar una crónica de una maestría frustrada por irresponsables que luchan por intereses internos, sin tomar en cuanta, que su compromiso es con el desarrollo de la educación y de los que todavía, apostamos ha ser mejores profesionales.
