La clave es cumplir la ley sin evasión y aplicarla sin extorsión… en el complejo proceso evolutivo de la sociedad, de la política, de las finanzas públicas, de la economía, y de la cultura de los pueblos, los impuestos han jugado y jugarán un rol de primer orden adaptándose con marcada flexibilidad a las circunstancias imperantes.
En tal sentido existe una relación directa entre el tipo de impuesto que se establezca y la calidad del gasto público, es decir, el uso de los fondos recaudados por el Fisco y el nivel de vida, bienestar o miseria, de la población, de ahí lo primero, cumplir y hacer cumplir la ley con justicia es el consejo del catedrático y asesor en impuestos Francisco Canahuate.
El también escritor recién publicó su décimo tercer libro titulado Impuestos y rebeliones, en el cual hace mención de los irritantes privilegios de los faraones, reyes, emperadores, caciques y otros sectores poderosos, sumados a las altas tasas impositivas y la excesiva discrecionalidad en su aplicación, que han motivado las más diversas y cruentas guerras y rebeliones en búsqueda de libertad, justicia e igualdad y los dominicanos no hemos escapado a estas situaciones difíciles, motivadas por estas causas, de hecho en el momento actual el pueblo está en vilo a la espera de lo que pudieran ser más impuestos, sin significativas retribuciones como ha ocurrido hasta la fecha.
Canahuate, pasado presidente del Comité de Estudios Fiscales y del Comité Jurídico del Instituto de Contadores Públicos Autorizados de la República Dominicana, plantea que la clave es reducir las tasas impositivas; aumentar la base contributiva para distribuir la carga equitativamente y derogar los tributos de escaso rendimiento.