Mike Vegas, residente de Berkeley, California, pidió una pizza y unas alitas de pollo, pero las recibió , las guardó en la nevera y salió urgente para su trabajo.
Al regresar a su casa abrió las dos cajas y encontró una sorpresa: dos fajos de billetes.
Vegas le preguntó a sus amigos en Facebook qué hacer y todos les aconsejaron que se quedara con el dinero, pero su conciencia pudo más y se acercó al local y entregó los 1,300 dólares.