Haití, golpeada por el huracán Matthew, busca ayuda

Haití, golpeada por el huracán Matthew, busca ayuda

Haití, golpeada por el huracán Matthew, busca ayuda

Haití.- La magnitud de la devastación que dejó el huracán Matthew en Haití quedó patente el sábado, tres días después de que el ciclón arrasara el sur del país dejando más de 400 muertos.

Mientras Matthew amenazaba las costas de Estados Unidos, el presidente Barack Obama urgió a los estadounidenses a hacer donaciones a Haití, donde millones de personas necesitan asistencia tras el último desastre en golpear al país más pobre de las Américas.

Además, debieron postergarse las ya demoradas elecciones presidenciales y legislativas previstas para el domingo por el paso del huracán.

Mientras Puerto Príncipe, capital y principal ciudad, casi no sufrió daños, el sur del país quedó devastado. Imágenes aéreas de la zona golpeada por el huracán muestran un paisaje en ruinas con pequeñas chozas de lata arrasadas y sin techo, árboles caídos por doquier, y el suelo cubierto por el lodo de los ríos desbordados.

Herve Fourcand, un senador del departamento Sur, quien pudo sentir la fuerza de Matthew, dijo que varias localidades permanecen aisladas por las inundaciones y los deslaves.

Jeremie, un pueblo de 30.000 habitantes que estuvo inaccesible hasta el viernes, recibía a los visitantes con escenas de desolación, sin energía eléctrica por la destrucción del cableado y con las comunicaciones interrumpidas.

Prácticamente todas las casas de chapa han sido destruidas y solo pocas construcciones de concreto quedaron en pie.

«Es como si alguien tuviera un control remoto y solo apretara el botón del viento para subirlo más y más», dijo Carmine Luc, una mujer de 22 años.

«Cuando el techo de mi casa voló, me aferré a la pared con la mano izquierda y con la derecha sujeté con todas mis fuerzas a mi hijo de tres años, quien gritaba», dijo la mujer.

Un barco con una carga de nueve contenedores de comida y medicamentos fue enviado a Dame Marie, en el departamento de Grand’Anse, en el oeste.

«Probablemente fue el departamento más duramente golpeado y las condiciones no permiten el aterrizaje de helicópteros», dijo a la AFP el ministro del Interior, Francois Anick Joseph.

«Así que hacemos lo mejor que podemos para ayudar a los afectados», señaló. Convoyes de ayuda fueron enviados por tierra, aire y mar a otras zonas afectadas de Grand’Anse, incluidos helicópteros militares que transportaron 50 toneladas de agua, comida y medicamentos.

No quedó nada 

Más al sur, Les Cayes, el tercer poblado de Haití, quedó muy dañado. En Sous-Roches, un tranquilo vecindario frente a la playa, todo quedó convertido en un caos de lodo y árboles destrozados.

El nivel del río comenzó a bajar, pero el agua quedó revuelta por las inundaciones del mar durante las horas que azotó el huracán categoría cuatro tras tocar tierra el martes.

«Pensé que iba a morir. Vi el rostro de la muerte», dijo Yolette Cazenor, una mujer de 36 años, parada frente a una casa partida en dos por una palmera de coco que cayó sobre ella.

Durante 10 horas, las fuertes ráfagas de Matthew y una pesada lluvia arrasaron también los cultivos en los campos de la comunidad, lo que augura meses difíciles para este empobrecido país.

Más del 80% de los cultivos se perdieron en algunas áreas, de acuerdo con la oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas.

Cerca de un millón de personas necesitan ayuda urgente, dijo por su parte la organización humanitaria CARE France: «No tienen nada excepto la ropa que traen puesta».

Las promesas de ayuda se multiplicaban mientras Estado Unidos anunció el envío del buque USS Mesa Verde con 300 efectivos especializados en emergencias médicas, asistencia y reconstrucción y tres helicópteros, que se sumarán a un personal de 250 y nueve helicópteros ya listos para desplegarse en Haití.

El grupo de beneficencia International Relief Teams, con sede en California, dijo que donó 7 millones de dólares en suministros médicos, junto con las organizaciones internacionales MAP International y Hope for Haiti.

Francia anunció, por su parte, el envío de 60 uniformados con 32 toneladas de ayuda humanitaria y equipo para purificación de agua. Incluso Venezuela, que sufre una severa crisis económica y desabastecimiento, envió con celeridad tres cargas de ayuda y alimentos.

Los desastres naturales se han ensañado con Haití, que enero de 2010 fue devastado por un terremoto que demolió gran parte de la capital y dejó más de 250.000 muertos.



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