La política económica es definida como el conjunto de estrategias y acciones que formulan los gobiernos  para conducir e influir sobre la  economía de los países.

A los efectos, la política cambiaria es la que atiende lo relativo al comportamiento de la tasa de cambio de divisas, que en nuestro caso es la relación de cambio entre el peso, y supongamos el dólar estadounidense o el euro.

Para cualquier país, incluyendo República Dominicana, el manejo del tipo de cambio es de singular importancia, siendo una tarea compleja que tiene efectos en los más diversos aspectos de la vida económica, sobre todo en la fijación de precios y su efecto sobre la inflación.

Si una moneda es sobrevaluada, por ejemplo 35 pesos por dólar, incentivaríamos las importaciones al hacerlas más baratas, desincentivando las exportaciones al hacerlas más caras.

Si fuese al revés,  subvaluada, por ejemplo 55 pesos por dólar, encareceríamos las importaciones e incentivamos exportaciones al abaratar las mismas en los mercados internacionales.

Pero también la tasa cambiaria tiene efectos sobre las finanzas públicas, ya que los recursos de un gobierno dependen de sus recaudaciones, y estas a la vez están fuertemente influidas por la tasa de cambio. Algo complejo que abarca toda la economía.

Pero sucede como la mayoría de los países industrializados que hace años se encuentran sumidos en una recesión económica están recurriendo a una guerra de tasas cambiarias, subvaluando sus monedas, para influir en mayores exportaciones con la esperanza de revivir sus economías.

Nuestro país tiene que estar atento a estos movimientos de tasas, ya que por más pequeños y de poca importancia sean, podríamos estar expuestos a enormes perjuicios económicos si no mantenemos niveles de cambio correctos.

Excesos de liquidez y tasas de cambio estables usualmente no se  enredan bien entre sí.