¿Estoy deprimido?

¿Estoy deprimido?

¿Estoy deprimido?

Dilenia Cruz

Cuando veo una persona sin deseos de vida, deprimida, recuerdo a mis abuelos, quienes no sabían que esa palabra existía.

La depresión hasta hace unos años era poco común porque todos se ocupaban haciendo cosas. Quien no tiene una responsabilidad o trabajo que hacer corre el riesgo de deprimirse por aburrimiento.

La psicóloga y consteladora Luz Rodríguez de losordenesdelamor.org dice: “Es mucho más fácil conectarse con la tristeza y el dolor que con la felicidad, con esa sensación de abatimiento y dolor que impide llevar una vida normal, porque ante la depresión se mantiene en un dolor silente que paraliza, sensación de vacío que no se concibe llenar con nada”.

Rodríguez asegura que todo tiene que ver con lo que no vemos en nuestras vidas.

“Justamente es eso lo que debemos buscar, ¿quién falta en mi sistema familiar? ¿De quién no se habla o se habla mal? ¿Quién es rechazado?”

Desde la mirada sistémica, una persona se deprime por diversos factores: sensación de vacío por separación de uno o de ambos padres que deja una profunda huella en el alma infantil que se busca satisfacer por diferentes medios (adicciones, apegos, depresión).

Cuando muere un hermano queda grabado en nosotros el dolor de la pérdida. El no comprender por qué él ha muerto y nosotros no, puede sentirse como “hay algo que me ancla”. La falta de un proyecto de vida: tienes sueños pero no trabajas por el.

Muchas veces relacionado a tener un duelo bloqueado (pérdida de un trabajo o una relación de pareja frustrada.)

Cuando eres capaz de confiar en la vida, y hacerte cargo de ti sin responsabilizar a otros. Cuando aceptas el regalo de estar vivo, puedes apasionarte y enamorarte de la vida, aún con los momentos difíciles porque sabes que todo es pasajero.



Etiquetas