La Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia dejó sin efecto la instrucción del recurso de apelación del Ministerio Público contra el auto de no ha lugar del juez instructor especial Alejandro Moscoso en favor del senador Félix Bautista y otros encartados, debido a que los cuatro jueces no se pusieron de acuerdo para ratificar o revocar la decisión.

1. Quien preside decide. Por regla parlamentaria ante un empate en órganos colegiados quien preside decid, porque así su voto valdría por dos, que en mérito del artículo 25 del Código Procesal Penal se podría aplicar por analogía extensiva si el voto de la presidenta de la sala hubiera beneficiado a los imputados, por el principio de favorabilidad del artículo 74.4 de la Constitución que obliga los poderes públicos interpretar y aplicar los derechos y garantías fundamentales en el sentido más favorable a sus titulares.

2. Proceso Privilegiado. En el juicio penal de jurisdicción privilegiada que no está reglado, se aplica el procedimiento común (arts. 377 al 380, CPP) que sería el artículo 1-I de la ley 25-91 para el empate en el pleno de la Suprema Corte de Justicia, que el voto del presidente será decisorio, salvo que como se infiere quien presidió la sala penal votara contra los recurridos.

3. Situación Procesal Previsible. La sala está constituida por cinco jueces, pero faltaba uno que el presidente de la Suprema Corte debió sustituir, porque Alejandro Moscoso no podía sesionar debido a que fue juez instructor especial, llamando un juez de Corte de Apelación para completarla, según la ley orgánica y la de organización judicial.

4. El Recurso Vuelve a Cero. La decisión de la sala penal implica que la audiencia del recurso de apelación regresa al punto inicial, no el proceso pues la audiencia preliminar ya no tiene vuelta atrás en esta fase.
5. El Quinto Juez.

En estos días el presidente de la Suprema Corte designará el quinto juez con uno de cualquier Corte de Apelación del país para completar la sala penal que comenzará de nuevo el tedioso proceso que había matado la esperanza de mucha gente.

El empate dos a dos en la sala penal de la Suprema envió el mensaje de que no todo está perdido, pero ahora la suerte del mismo dependerá del perfil del quinto juez que este designe. En sus manos está el pandero. Otra vez!