El fideicomiso: una puerta de oportunidades

Siempre he creído en la innovación, y más aún, si es usada para el real beneficio de las personas.

Nuestra legislación ha puesto en manos de la vida nacional, una figura novedosa que puede ser de provecho para la clase media y baja de nuestro país, en estos términos nos referimos al fideicomiso instaurado por la ley 189-11 sobre Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso en la República Dominicana.

La figura del fideicomiso está definida como un contrato mediante el cual una parte (fideicomitente) le transfiere derechos de propiedad a otra (fiduciario) con el fin de crear un patrimonio en beneficio de otros (beneficiarios).

En términos sociales, creemos que si el Estado dominicano se dispone a darle uso a este mecanismo captando recursos fidedignos y a la vez actuando de forma conjunta con el sector privado habrán más oportunidades para fomentar el sector inmobiliario en nuestro territorio y de igual forma abrir puertas que permitan a las familias dominicanas de escasos recursos adquirir una vivienda digna, a un bajo costo.

Para nadie es un secreto que a través de la historia nuestros gobiernos han sido ineficientes en la solución de las principales necesidades de la nación, no tenemos una costumbre de continuidad de Estado, y no tenemos un plan estratégico para sanear la mayoría de los males que nos afectan.

La ley de marras fue consensuada con el fin de que se establezcan políticas públicas que ayuden a un mayor incremento de soluciones habitacionales y así palear el déficit que existe en esta área.

Recientemente pudimos ojear que el actual gobierno considera que la figura del fideicomiso en lo que se refiere a la creación de viviendas de bajo costo puede ser provechosa y de hecho, han iniciado un proyecto bajo esta modalidad.

Esperemos que con el pasar del tiempo el fideicomiso sea una costumbre entre nosotros y que el mismo se pueda aplicar en otras aéreas sensibles en República Dominicana.